Dominique Strauss-Kahn, el dinero no lo puede todo.

Buenos días a todos/as:
hace dos días los telediarios y todos los medios de comunicación se hacían eco de la noticia explosiva en la que uno de los hombres más poderosos del mundo, ni más ni menos que el presidente del FMI, era detenido en Nueva York, en el aeropuero de La Guardia, por una supuesta agresión sexual a una camarera del hotel en el cual se hospedaba. La noticia no tendría repercusión a nivel mundial de no ser por la importancia de la persona que ha sido acusada de dicho delito.
La verdad es que la noticia por más que ha impactado, tampoco ha sido inesperada ya que al parecer el tal Strauss-Kahn, se ha granjeado una fama de mujeriego a lo largo de su vida que no ha dejado indiferente a nadie. Hace unos años fue acusado del mismo delito que se le acusa hoy, pero en su país de orígen Francia, con sentencia a su favor, y por lo cual no acarreo ninguna sanción y pudo continuar con su vida privada y pública, como uno de los políticos emergentes de Francia.
Pero Strauss-Kahn, se granjeó un buen nombre cuando al estallar la crisis mundial, el fue el artífice de que nuestro país vecino, logrará con unas buenas medidas económicas, solventarla, o por lo menos no afrontarla en situación tan crítica como el resto de Europa, incluida España. Este hecho le llevó a ser una pieza bastante importante en el FMI, llegando a ser su presidente.
Pero este ascenso profesional no le ayudó precisamente en su vida personal, ya que fue en esta organización cuando saltó el segundo escándalo sexual de dicho personaje. Ya que una trabajadora de la organización comenzó una relación consentida. Cualquiera que lea esto pensará que no tiene nada de malo, pero resulta que Strauss-Khan está casado con una periodista francesa bastante adinerada y debido a este affaire, se vio obligado a pedir perdón públicamente y a acabar con dicha relación.
Este hecho pareció calmar los ánimos de este hombre que según la opinión pública francesa es promiscuo y su trato con las mujeres es vejatorio y llega hasta ser inadecuado en muchas ocasiones.
Pero hace tres días en la antesala al encuentro que debía de tener con todos los ministros de economía de los países importantes de Europa, parece ser que sus instintos más primitivos volvieron a aflorar y le causaron más de un quebradero de cabeza.
Al parecer según ha relatado la camarera del lujoso hotel, entró en la suite pensando que estaba vacia para arreglarla cuando según narra el presidente del FMI desnudo se abalanzó sobre ella y la forzó, obligándola a tener sexo oral, penalizado en el estado de NY.
Lo sospechoso de la actitud de Strauss-Khan, fue lo que provocó su detención en el aeropuerto, ya que según testigos, el presidente del FMI abandonó su hotel a toda prisa y con signos de evidente nerviosismo incluso llevaba tanta prisa que olvidó su móvil. A la larga lo que le ha costado su detención. Ya que al darse cuenta de su olvido, llamó al hotel para comunicar que se lo enviasen al aeropuerto.
En cuanto fue detenido, negó todos los hechos que se le imputaron. Pero a medida que transcurría el tiempo y se percató que la acusación era formal, por retención, por violación y por actitud indecorosa, decidió con sus abogados, decir que el acto fue consentido y pidieron una fianza de un millón de dolares. Estaban tan seguros que iban a ser creídos que incluso su mujer se trasladó de Francia a EEUU con el millón en metálico.
Pero ayer el presidente del FMI comprobó que el dinero no lo puede todo en cuanto a la justicia se refiera, ya que la juez americana le denegó la condicional, alegando gran riesgo de fuga. Lección de humildad de la justicia americana, que les encanta este tipo de sucesos.
Incluso se especula que le pueden caer 25 años como mínimo.
Lo que si es seguro, es que la carrera política de Strauss-Kahn se ha acabado para él, y eso duele en Francia ya que era la alternativa socialista a Sarcoszy.
Lo importante es que Strauss-Khan, debe aprender que no puede conseguir todo con dinero, y que gracias a Dios, todavía hay valores como la dignidad, y la educación que imperan sobre el vil metal.
Hasta el próximo:
EL ABUELO.