jueves, 24 de enero de 2013

Los e-book, ¿desbancarán a los libros tradicionales?

Buenas tardes a todos/as:
en estas Navidades me he quedado asombrado de ver en el Metro y en los transportes públicos cantidad de gente que estaba mirando sin apartar de ello los ojos a una especia de pantalla. Yo lógicamente desconocía que es lo que estaban haciendo, de hecho pensaba que estaban jugando con algún juego del móvil, pero lo deseché rápido al ver que no movían apenas las manos y eso no me cuadraba con los juegos, y sentí la curiosidad de preguntar a uno de ellos qué estaba haciendo sin temer que me llamase loco o desinformado.
Indudablemente cuando formulé la pregunta de rigor:
-¿Perdona me podrías decir qué es tan interesante en tu pantalla?
El chico con cara de estar alucinando me contestó:
-Perdona... ¡¡no sabes lo que es un e-book!!
Y en ese momento, mi pequeña cabeza buscó mis poquitos conocimientos de informática y de nuevas tecnologías y entonces la bombilla se me encendió.
Evidentemente la conversación con el chico se acabó, ya que él ignorando mi desconcierto siguió leyendo como si le fuera la vida en ello.
Al menos lee, pensé yo.
A partir de ese momento me he ido fijando en que la mayoría de las personas que hoy por hoy leen en los transportes públicos, o en las salas de espera de los médicos lo hacen utilizando el aparatito llamado e-book. Y claro mi curiosidad fue en aumento y esa curiosidad la calmé gracias a mi pareja, que se presentó un día en casa con una e-book que le habían prestado. Y entonces tuve la oportunidad de experimentar en mis propias carnes la lectura de un libro en el aparatillo tecnológico.
La verdad he de reconocer que es fácil de utilizar y sobre todo es más cómodo de leer ya que no molesta el brillo de la pantalla y no se cansan tanto los ojos como cuando estás delante de la pantalla del ordenador. Y sobre todo lo que más me llamó la atención es lo poco que pesan los e-book en contraposición con los libros originales. Así que no me extraña que vayan en auge y la gente prefiera leer en un e-book antes que en libros de papel y de tapas duras.
Pero la pregunta es: ¿desbancarán los e-books a los libros originales?
Sinceramente creo que no llegarán a desbancarlos del todo, ya que siempre habrá libros de tapas y de páginas de papel, ya que los románticos, entre los que me incluyo, necesitamos sentir el peso del libro sobre nuestras manos, y la sensación de pasar la hoja y descubrir que en la siguiente sigue la narración que tanto te ha enganchado. Además en los libros originales, podemos dedicarlos en las primeras hojas a la persona que deseemos, en cambio en los e-books no podremos.
Pero si que es verdad que los e-books van a hacer mucho daño, de hecho ya lo hacen a las ventas de los libros, ya que si bien es verdad que un e-book de media cuesta 100€ como mínimo, 5 veces más que en libro que ronda los 20-22€, no se hace tan caro cuando te enteras que en el e-book puedes almacenar cientos de libros. Lo que quiere decir que por 100€ o más puedes poseer en un mismo dispositivo una gran biblioteca.
Cierto que muchos dirán que los libros de e-book también hay que pagarlos para descargártelos, pero hoy por hoy, la piratería está al alcance de todos y nos lo podemos bajar gratis, no con la misma calidad que si lo bajaras pagando, pero si leíbles.
Por eso creo que los e-book ganan terreno a los originales, y llegarán a ser un referente de la cultura. Y si con ellos los jóvenes se animan a leer, ya que eso de llevar lo último en tecnología llama, pues bienvenido sean los e-books.
Personalmente sigo leyendo libros de tapas y hojas tradicionales, pero he de reconocer que soy de los que si puedo, me agenciaré un e-book.
Pero gracias a Dios los grandes premios literarios seguirán siendo con formato libro tradicional y eso será lo que salvará la existencia de lo que hoy por hoy conocemos como libro tradicional.
Solo he tratado de contar mi percepción de una realidad que cada día es más latente.
Hasta la próxima.
EL ABUELO.

sábado, 19 de enero de 2013

¿Es necesario tanta humillación Karmele?

Buenos días a todos/as:
la semana pasada en el programa de entretenimiento de las tardes de Telecinco Sálvame, rizaron el rizo y decidieron hacer pasar a todos sus colaboradores un test de inteligencia. Hasta aquí no parece nada anormal, ya que hoy por hoy en muchas empresas, se lleva a cabo esta practica para así detectar donde han de hacer hincapié para que sus trabajadores exploten sus mejores cualidades y así estas redunden en el beneficio de la empresa.
La diferencia entre Sálvame y el resto de empresas, es que mientras que supuestamente los test de inteligencia no son expuestos de cara a lo compañeros, por eso de la privacidad y la ley de protección de datos; en Sálvame como todos nos hemos imaginado ha ocurrido todo lo contrario, ya que al parecer, además de obligarles a realizar la prueba en directo, mientras el programa seguía su curso, también les obligan a aceptar que los resultados se hagan público para todos sus telespectadores, que se cuentan por millones. Y claro eso lleva un riesgo que para Karmele se ha convertido en una pesadilla.
Resulta que ¡cómo no!, de los test que se han llevado a cabo, uno de ellos reveló que un colaborador del programa tiene un cociente de inteligencia por debajo de la media española que se sitúa en la puntuación 100. A partir de 120 se considera un superdotado o superdotada. Pues como todos nos imaginamos también hay dos colaboradores que sobrepasan los 120, ya que uno es 130 y el otro 131. Indudablemente Jorge Javier y la dirección del programa, en vez de ensalzar lo positivo se encargaron de anunciar a bombo y platillo que uno de los colaboradores había sacado una puntuación de 97 y que estaba por debajo de la media española, con lo cual rápidamente JJ se encargó de proclamar que había un lerdo, o lerda entre ellos trabajando. Inmediatamente la psicóloga indicó que lerdo no era un término adecuado y no tuvo nada más que la brillante idea de acuñar el término, según ella no tan ofensivo, de "lento".
Como ya estaba el morbo servido, anunciaron que a las 19.00h anunciarían la persona que era lenta. Y efectivamente no defraudó la espera, ya que a las 19.00h JJ con Irene (psicóloga), anunciaron que la persona lerda del programa era... ¡Karmele Marchante!
Claro en ese momento todos sus compañeros, a la cabeza Mila y Kiko se empezaron a cachondear de ella y Karmele aguantaba estoicamente, o al menos eso parecía.
Jorge Javier, enseguida se centró en machacar a Karmele la poca moral que le podía quedar e incluso la humilló como en él es habitual, por mucho que después se ofenda cuando alguien (Teresa Campos), se lo hace ver.
Pero..., a saber lo mucho que debe necesitar Karmele el dinero de Sálvame para pagar según parece sus deudas, ya que Karmele sigue trabajando como si nada hubiera pasado y por supuesto aguantando las mofas, ya no de sus compañeros, sino de toda la audiencia que siempre ha pensado que Karmele era la más tonta de sus amados colaboradores.
Lo más indignante del caso es que tanto JJ como Paz Padilla, ambos presentadores, son los que más se ceban con los resultados obtenidos, pero claro, ellos han estado exentos de llevar a cabo la prueba.
Así  que los que menos deberían reírse, ya que no sabemos cómo lo hubieran hecho ellos, a lo mejor habría sorpresas, son los que se encargan de avivar el fuego echándole gasolina con su actitud prepotente y de mofa.
Y es que es lo de siempre, ¿es necesario ser humillado por tu jefe para seguir currando?
Al parecer a Karmele Marchante, sí.
Y mientras a nosotros (los telespectadores) no nos afecte la humillación, nos parece tolerable ver como una señora hace el ridículo para seguir ganando un dinero. Y lo malo es que ejemplos como ella los hay en todos los ámbitos de la sociedad. A esta situación nos ha hecho llegar el miedo a perder nuestro trabajo.
Como siempre solo he tratado de contar Mi Verdad.
Hasta la próxima:
EL ABUELO.

miércoles, 2 de enero de 2013

Año 2013 o como dirían los supersticiosos 2012+1.

Buenos días a todos/as:
¡Feliz año nuevo!, ¡Feliz año 2013!
Este es el mensaje que supuestamente todos los españoles hemos oído a partir del minuto 1 del nuevo año. Hasta aquí nada a destacar frente a los años anteriores, pero resulta que sí que hay algo diferente en este año que entra y que no tiene nada de valor científico, pero que implica a muchas más personas de las que nos pensamos; y con esto me refiero, al miedo irracional de la gente supersticiosa sobre el número 13.
Muchos pensaréis que es una chorrada enorme, pero es que hay millones de personas que no quieren ni siquiera mencionar el número 13 y por ello la gente ha acuñado la expresión de nuestro campeón de Motociclismo Ángel Nieto, que él mismo indica que ha sido el campeón de 12+1 campeonatos, ya que ni siquiera puede mencionar el número 13 sin sentir agobio o congoja. Esto quiere decir que hay muchas personas que ya han empezado el año con mal pie, ya que solo por el horror y el pensamiento negativo al número 13, ya están predispuestos a cree que van a tener un año peor que el saliente 2012, y por mucho que les digas que no tienen fundamentos para creer en cosas negativas procedentes del 13, es tal el temor irracional que sienten que no son capaces de razonar.
Verdaderamente, el miedo a la superstición es de tiempo inmemorial y afecta a personas independiente de su sexo, sus estudios, su profesión, su religión..., etc.
Si bien es cierto que hay sectores de la sociedad en la cual la superstición está más arraigada que en otras, ya que en el mundo del deporte, esta manía está más arraigada que en ninguna. Todos sabemos de ciertos jugadores que no pisan la línea de cal cuando salen al terreno de juego, que antes de salir dan tres saltos con la misma pierna, que se santiguan , que...; y así millones de actos.
Bueno, para terminar este primer artículo de 2013, o 2012+1 indicar que solo esperemos que sea mejor que el que se ha ido en todos los aspectos, ya que peor no puede ser por mucho que los supersticiosos sean agoreros y prediquen que va a ser un año fatídico.
Yo personalmente espero que el año 2013 me depare solo alegrías y bienes, ya que el año que se ha ido ha sido de los peores de mi vida, y a peor espero y deseo que no vaya.
¡Feliz 2102 o 2012+1!
Hasta la próxima:
EL ABUELO.