martes, 25 de abril de 2023

Cambio de vida.

 Buenos días a todos/as:

Hoy es escribo desde mi nueva ubicación, la cual, es desde hace mes y medio mi nuevo domicilio. ¡Espero que esta nueva aventura salga bien!

En el transcurso de la vida, surgen circunstancias que te hacen cambiar las perspectivas de vida que tenías hasta ese momento. Dichas circunstancias pueden provocar cambios o bien pequeños e insignificantes, o bien, cambios grandes que te cambian la vida. En mi caso ha pasado lo segundo.

Todos sabemos que estos dos últimos años han sido muy duros a nivel social, ya que la pandemia del Covid-19, nos ha golpeado a todos en cierta medida y ha originado que los hábitos sociales hayan variado en muchos aspectos. Pero a la vez que dichos cambios han supuesto limitaciones en nuestra vida social, restricciones, y normas estrictas de convivencia entre no convivientes y entre familias, también nos ha traído cosas positivas como el teletrabajo a nivel laboral y a nivel especie, nos hemos dado cuenta que somos efímeros y que debemos fomentar más nuestras amistades y elegir mejor las circunstancias que nos rodean en nuestra vida.

Una de estas circunstancias es la ubicación de nuestra vivienda. La pandemia nos ha demostrado que hemos dejado de lado el vivir en el centro de la ciudad, y preferimos las viviendas que nos aporten la comodidad de tener privacidad y disfrutar de patio o jardín. Y esto se puede encontrar en las afueras o incluso yendo a vivir en otras comunidades que la posibilidad de encontrar una vivienda así sea más factible y asequible.

Pues eso es lo que he aplicado a mi persona y a mi entorno más cercano. Hemos decidido abandonar nuestra ciudad, la gran capital, he irnos a la costa a disfrutar de el buen tiempo y de la mejora de vida que conlleva vivir en el levante en tu propia casa con tus comodidades individuales, sin tener que soportar a vecinos indeseables. Vamos que hemos dado un giro de 180° a nuestra forma de vida. Y puedo decir, de momento que no podemos quejarnos, salvo quizás porque todavía tenemos un ritmo acelerado y nos desesperamos cuando vemos que la parsimonia es una tónica constante en el trabajo del día a día. Pero seguro que con el paso del tiempo nos acostumbraremos y lo raro será cuando veamos que la gente pierde la paciencia de una forma inmediata. 

Si algo caracteriza al ser humano es la capacidad que poseemos para adaptarnos a nuestras nuevas circunstancias y procurar que nuestra vida mejore constantemente. Y yo puedo asegurar que sobre el papel, mis circunstancias han cambiado a mejor y espero constatarlo con el paso del tiempo.

Sed valientes y aquellos que podáis, atreveros a  cambiar y pensar que la vida es un ratillo efímero que hay que intentar disfrutarlo al máximo posible con la mayor de las comodidades que puedas obtener.

Como siempre solo contamos nuestra opinión, que no ha de ser compartida, pero si respetada.

Hasta la próxima.

EL ABUELO.