El precio de la fama, ¡tu cara!

Buenos días a todos/as:
hoy voy a hablaros sobre un hecho insólito en el mundo de las televisiones por lo menos aquí en nuestro país. Me refiero a la operación de estética que se ha hecho Belén Esteban, (La Princesa de San Blas), obligada para poder presentar junto a Jorge Javier Vázquez las famosas campanadas desde la no menos famosa Puerta del Sol de Madrid.
La verdad es que el caso no es chocante en cuanto a que una pseudofamosa, se haga la cirugía plástica, sino que lo llamativo del caso es que esa cirugía no es por voluntad propia, sino que como el ente privado para el que trabaja la persona, (Telecinco), ha decidido darle la responsabilidad de las campanadas, también pensaron que la imagen demacrada e insana que Belén trasmitía no era la adecuada, por eso, decidieron pagarle a la Esteban la operación de cirugía que le ha quitado sus eternas ojeras, le han reconstruido la nariz, (de boxeador), y le han realzado los pómulos. La verdad es que si la cadena se lo propuso y Belén aceptó, bien por ella, pero no todo son ventajas, ya que posiblemente su futuro haya sido hipotecado de por vida a la cadena de Fuencarral. Una empresa no se gasta un dinero en un trabajador, sin que este tenga que reportarlo de alguna manera a la empresa, esto quiere decir que si ya teníamos Belén para rato en la cadena amiga, ahora la vamos a tener hasta en la sopa, ya que Telecinco ha de generar beneficios a la nueva imagen, que par algo se han gastado el dinero.
Sinceramente este es un caso más de como la fama puede afectar a una persona, que recordemos se vende a si misma como una más del pueblo. Pues bien Belén, desde el momento en que te has operado la cara, ya no puedes presumir de ser la representante del pueblo, ya que no te he de recordar que la operación que te has llevado a cabo, no está al alcande de las personas normales, sino que las suelen llevar a cabo, personas que viven de su imagen, cosa que tú te has convertido, ya que tu imagen es la que vende, porque de talento vas un poco escasa.
La chica de San Blas se nos ha convertido ya en la Pija de San Blas, con su nueva imagen, que hemos de reconocer que está bien lograda, pero que ya sospechosamente vuelve a marcarse un atisbo de ojeras insanas, pero que seguro que la cadena amiga se encargará de maquillar adecuadamente para que la noche del 31, Belén pueda dar las campanadas.
La pregunta es ¿dará las campanadas por hacerlo bien, o por equivocarse y provocar que la mayoría de España lo haga mal,? Porque fijo que la van a ver muchas personas solo por el morbo de ver si mete la pata. Yo apuesto porque lo hará bien, pero hay que recordar que personas más preparadas que ella debido a dar mal unas campanadas han desaparecido del mundo audiovisual.
Pero tranquilos que la Esteban es mucha Esteban y si por un casual se equivocase, ya se encargará Telecinco de vendernos que hasta ese fallo es lógico y el pueblo lo acogerá con buen agrado, ya que Belén es la "Princesa y portavoz del pueblo".
Vamos que la princesa, gana en un programa más que lo que ganamos los currantes de a pie; pero... como dice las verdades de la sociedad de manera coloquial y chabacano, gusta y tiene tanto tirón. Pero que no olvide la Esteban que en España somos mucho de ídolos de pies de barro, y estamos esperando el error que haga que Belén se desmorone y hagamos leña del árbol caído. Pero mientras tanto, Belén disfruta de tu momento.
La fama a algunos les cuesta su tranquilidad, a otros su familia, a otros su humildad, a otros... ¡SU CARA!, algo que nos hace únicos y que por un puñado de euros algunos son capaces de desfigurar, aunque nos lo vendan como una mejora.
Como siempre solo he pretendido contar mi VERDAD.
Hasta la próxima:
EL ABUELO.