Buenas tardes a todos/as:
ayer día 19 de abril de 2013, fui junto a familiares cercanos a la gala especial de Sonrisas y lágrimas, en favor de la asociación Inocente, inocente, que se celebró en el teatro Coliseum de la Gran Vía de Madrid.
La sal tiene en cartelera el musical más que famoso en el mundo entero Sonrisas y lágrimas, que nos narra la historia de la familia Von Trapp, austríacos que se ven obligados a abandonar su país por la ocupación de los nazis. Pero antes de esa trama nos cuenta la historia de amor entre la nanny María y el jefe de familia el Capitán. La verdad es que la historia es un poco pastelera y sensiblera, pero hemos de admitir que los actores españoles del musical a la cabeza Carlo Hipólito, junto con las féminas hacen que la obra sea más que admirada. Todavía tienen tiempo de verla hasta el próximo 31 de mayo en el teatro.
Pues bien, en dicha función benéfica de ayer, se pudo ver entre los asistentes caras conocidas como las de Josema Yuste, Joaquín Torres, Manuel Bandera, y Carlos Sobera, el gran presentador de Antena 3.
La verdad es que lo primero que llama la atención de estas personas es su escasa vida privada que pueden tener, ya que les aseguro que en las escasas tres horas que duró la obra, los quince minutos de descanso, fueron para Sobera, un ir y no parar firmando autógrafos, haciéndose fotos y atendiendo en todo momento y con buena cara a los fans que no paraban de pedir y pedir. La verdad es que Sobera demostró una paciencia digna de mencionar, ya que les aseguro que no tuvo un no por respuesta para nadie, y eso le llevó a casi no poder disfrutar de la bebida que compró para calmar su sed. Pero es que además demostró tener una sensibilidad especial con los más desfavorecidos, ya que al ser una gala benéfica, había mucha gente con discapacidad invitada, entre ellas niños en sillas de ruedas, a los que Sobera no dudo en acercarse a ellos y saludarles afectuosamente, e incluso departió con ellos unos minutos con la mayor paciencia que podéis imaginaros.
Pero es que no solo demostró esa paciencia y amabilidad en el teatro, también en la calle Gran Vía las horas previas de recoger las entradas, se le vio, (doy fe), firmando autógrafos cada 5 metros y realizando fotos y más fotos. Un diez para Sobera, que por lo que dio de imagen ayer en la calle, demostró que no solo es uno de los más grandes y mejores presentadores españoles, también es una persona que cuida su imagen y que la plasma con un grado de amabilidad que por ejemplo, no se vio ni en Joaquín Torres, que iba con una altivez que no se entendía, ni por Josema Yuste, que fue una decepción personal.
Cierto que debemos ponerrnos en la piel de los famosos, los cuales se ven privados de la intimidad del anonimato, pero también tienen que aceptar y entender que gracias al apoyo de la gente que les ve profesionalmente han llegado a ser quienes son y ese éxito les conlleva a tener una vida más que digna. Por eso creo que, si bien es cierto que deberían tener más intimidad, también deberían ser humildes y demostrar como el gran Sobera, que el público es importante para ellos, ya que en definitiva somos nosotros, los anónimos quienes le pagamos con nuestro apoyo.
Por eso volver a incidir que a Sobera no se le puede reprochar su actitud, GRACIAS por demostrar que piensa en su público y que por lo visto ayer en teatro Coliseum, demuestra una sensibilidad que muchos de sus compañeros deberían de aprender de él.
Como simpre solo he tratado de contar mi verdad, de la cual ayer fueron testigos más de 500 personas.
Hasta la próxima:
EL ABUELO.
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