domingo, 2 de diciembre de 2012

Macrofiestas, siempre ha habido peligro.

Buenas tardes a todos/as:
desgraciadamente en esta semana hemos sido conocedores de la muerte de la quinta víctima del llamado caso Madrid Arena; que como todos/as sabéis, ocurrió la pasada noche de Halloween y que consistió en una macro fiesta en la que como en todas, se superó el aforo permitido de 9500 a casi, con toda seguridad, si hacemos caso a los informes policiales y judiciales a los 20.000 individuos aproximadamente.
La verdad es que en este caso, la desgracia sobrevino cuando en una de las muchas avalanchas que se produjeron, ocurrió la formación de un tapón humano y debido a dicho tapón 4 chicas de edades comprendidas entre 17 y 18 años encontraron prematuramente la muerte, debido a asfixia y a aplastamientos de su cuerpo. Y ese tapón se formó ya que había un exceso de aforo y no estaban todas las puertas de emergencias operativas, ya que ni siquiera el acceso a algunas de ellas estaba habilitado.
Ciertamente es una desgracia lo ocurrido en el Madrid Arena, pero no podemos ser ahora alarmistas, ya que estas situaciones de irregularidades en centros de ocio y o en discotecas de gran aforo, siempre se han dado, por lo menos eso he apreciado yo en mi vida de ocio nocturno y no tan nocturno. Lo que pasa es que tiene que haber una desgracia para que la sociedad, que tenemos poca memoria alcemos la voz y nos mostremos indignados.
No quiero con esto desdramatizar los hechos acaecidos en la fiesta de Halloween, pero si que quiero indicar que las autoridades son las primeras culpables de las irregularidades en las discotecas de gran aforo, ya que al igual que nosotros los usuarios somos conscientes de como muchas discotecas de renombre en la capital de España, no se ajustan a las medidas de evacuación, existentes, ya que la mayoría de ellas tienen las salidas de emergencia capadas, o cerradas, para evitar así que la gente pueda acceder por ellas y evitar pagar las abusivas entradas que dichos garitos ponen para que la gente pueda disfrutar de buena música y pasar así el rato, que en el fondo es lo que se busca cuando uno sale con sus amigos/as.
Ejemplos de ver puertas de emergencias bloqueadas por material de bebidas, o de decoración, lo tenemos en infinidad de sitios cuando no lo hacen de una manera descarada y directamente las tienen cerradas con cadenas y cerrojos.
Respecto al número de gente dentro de un local permitida, en definitiva el aforo, ¿alguien puede decirme dónde no se supera cada viernes o sábado?
Seamos sinceros, la mayoría de los locales exceden su aforo permitido, pero tienen la suerte que no ocurre nada ni desgracias personales que le hagan saltar al disparadero de los noticiarios. La suerte les suele sonreír, hasta que de vez en cuando sucede lo que nadie quiere, una desgracia.
La verdad es que en las llamadas macrofiestas siempre existe el peligro de que aumente el aforo y ello provoque pánico entre la gente y entonces...
Sin ir más lejos, las discotecas de verano, suelen estar masificadas, pero lo enmascaran ya que al ser al aire libre, no se sufre esa sensación de agobio que si que por contra ocurre en sitios cerrados.
Esperemos que el caso Madrid Arena sirva para que las autoridades se tomen más en serio las medidas de seguridad en las macrofiestas, ya que ahora comienzan las llamadas fiestas de Fin de año y nadie quiere que se vuelvan a repetir escenas y situaciones que conviertan una situación festiva en una tragedia inolvidable.
Así que hagamos un llamamiento de atención a las autoridades y también a nosotros mismos, ya que somos los primeros que debemos poner límites a nuestros jóvenes, ajustándonos a la legalidad y evitando en la medida de lo posible que haya menores en fiestas que están dedicadas y pensadas para adultos. Y es que no debemos olvidar que por desgracia una de las fallecidas, no tenía 18 años, y es muy penoso ver que niñas y niños que tienen toda una vida por delante, la pierden en una noche que en principio estaba pensada para divertirse y no para morirse.
Como siempre solo he tratado de contar mi verdad, que en este caso es algo delicada, ya que en ningún momento con mis comentarios quiero echar la culpa a nadie de las desgracias que ocurren porque tienen que ocurrir.
Hasta la próxima:
EL ABUELO.

No hay comentarios: