Buenas tardes a todos/as:
ayer en una de las televisiones que pertenecen al grupo Mediaset, en concreto en la cadena Cuatro, se estrenó la segunda temporada de un programa llamado Hijos de Papá. Como muy bien indica su nombre, el programa hace un repaso a la vida de unos chicos y chicas que son hijos de papá y que por supuesto, ninguno de ellos conoce penurias y pobreza, ya que sus padres se han encargado de aislarles de una realidad que nos abarca a todos los demás, salvo a personas que poseen ingentes cantidades de dinero, como así parece ser que son estas familias.
La verdad es que este programa tiene un precedente, ya que el año pasado también en Cuatro se emitió la primera edición de este programa cuyo formato consistió en reunir a los chicos en una casa todos juntos, estilo Gran Hermano y ponerle pruebas, consistentes en llevar a cabo acciones que son muy comunes para muchos de nosotros, limpiar, cocinar, hacer presupuesto de gastos, ... e incluso ¡¡¡trabajar!!! para ganarse la vida. Y resultó curioso comprobar como estos chicos que son enviados a dicho programa en un principio por petición paterna, son como son, por culpa precisamente de quienes le han consentido todo en su corta vida, sus propios padres. Pero al parecer éstos creen que mandando a sus hijos unas semanas a un concurso de televisión, van a conseguir que sus niños cambien y aprendan a valorar las cosas y a ganarse la vida con su esfuerzo.
Indudablemente huelga decir, que la mayoría de los participantes de dicho reality, no han cambiado para nada en sus hábitos de vida, e incluso hubo algunos que ni siquiera consiguieron acabar el reality alcanzando el propósito de aprender la realidad de la sociedad que les rodea, ya que fueron los propios papis los que viendo como sufrían sus niños/as, les repatriaban para volver a enfrascarlos en esa realidad que ellos si poseen, pero que a su vez no deja de ser una excepción de unos pocos.
Al parecer lo que si que surtió efecto fue en la audiencia, ya que al parecer fue buena y de ahí que se haya decidido a llevar a cabo una segunda edición de Hijos de Papá.
Lo más indignante del caso es comprobar como en una época de crisis tan importante en nuestro país, en la que no faltan todos los días noticias sobre gente que se queda sin poder pagar sus casas y son desahuciados e incluso algunos optan por suicidarse, Cuatro se atreve a emitir un programa en el cual unos cuantos afortunados (económicamente hablando, que no en valores o inteligencia), demuestran cada programa como despilfarrar dinero en caprichos. Ayer sin ir más lejos la concursante Jessi E. se gastó en un día la friolera cantidad de 300.000€ en joyas y trajes. Vamos que lo que a la mayoría de los españoles lo que les cuesta su hogar, un buen hogar, y tardan toda una vida en pagarlo, pues va una niñata de 29 años que es gilipollas perdida y se lo gasta en una tarde.
Y el otro concursante de ayer, un niñato de 24 años que se cree Dios, fue a un concesionario de coches a comprar un Lamborgini (210.000€) para la noche y un BMW para el día. Vamos que el chaval creía que no era un gasto si no una inversión para vivir acorde a lo que él cree merecer.
Claro a todo esto indicar que ambos, no se gastan un euro suyo, ya que no tienen. En el primer caso es su padre (que ve dos veces al año) y su marido, 20 años mayor que ella quienes le pagan sus caprichos. Y en el segundo caso sus padres son quienes consientes a su niño.
Vamos que teniendo en cuenta que en este país somos cerca de 5.000.000 millones de parados y que cada vez aumentan más las familias que se acercan al umbral de la pobreza, es indignante que en la televisión nos muestren como unos niños que no conocen el mundo real, por culpa de sus papás, despilfarren dinero sin tener en consideración que hay gente que no llega a fin de mes y si son trabajadores que se levantan a la madrugada y se acuestan al atardecer, ganando con su esfuerzo unos pocos euros, y en cambio estos niñatos despilfarran y se atreven a decir que la gente sin sus posibilidades son inferiores y no son dignos de ellos.
Los indignos son estos niñatos, y por supuesto Cuatro, que demuestra su poca sensibilidad social y emite un programa que genera violencia, ya que mientras lo ves te dan unas ganas de ir a Mediaset y cara a cara darle unas cuantas hostias a estos niñatos para que aprendan a valorar lo que es la vida. Aunque claro, los principales culpables son los papás, que fijo que al llevarles a la tele buscan su reeducación y no que sus hijos sea mediáticos y cuando acabe el programa puedan o intenten lucrarse un poco más en el mundo televisivo sin esforzarse mucho.
Vamos que hay padres que merecen la cruz que arrastran y que esos niñatos arruinen a la familia. Pero toda esta gentuza tiene la suerte de ganar y ganar dinero, así que para ellos este programa es una experiencia más en vez de un insulto a la sociedad trabajadora que somos la inmensa mayoría.
Como siempre solo he tratado de contar mi Verdad.
Hasta la próxima:
EL ABUELO.
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