sábado, 29 de diciembre de 2012

La Navidad, a veces, nos depara algún "milagro".

Buenas tardes a todos/as:
parece ser que este año si podemos decir que la Navidad ha obrado un pequeño pero significativo milagro, para personas que nos son cercanas y queridas, por quienes participamos de este blog.
Hemos de atribuírselo a la Navidad, ya que el hecho que vamos a narrar se engloba en estas fechas mágicas para muchos, pero para muchos otros, en los que me incluyo yo, época de recuerdos de personas que ya no están y de momentos felices que sabemos que no se van a repetir nunca, pero aún así... ¡La Navidad! siempre se asemeja con buena imagen y buena fe y esperanza en las buenas intenciones, que casi nunca se cumplen, excepto raras veces como ha sido la que a acontecido el día 29 de diciembre de 2012.
Lo que parecía un hecho inamovible, en cuanto a que una persona llevaba más de 8 años sin dar señales de vida e incluso, rehusando las pocas llamas de conciliación que se realizaban hacia su persona, por fin parece ser que en este maldito año para la mayoría, pero que seguro que para una familia se acaba de endulzar un poco, o más bien mucho, se ha convertido en una noticia maravillosa y la más relevante de todas, junto con el nacimiento de unos niños, ya que han la Navidad del 2012 ha conseguido que esa persona que llevaba tanto tiempo "desaparecida", hay decidido abrir un resquicio a la normalidad, y ha contactado con la realidad que había abandonado hacia 8 años.
La verdad es que no sabemos qué les va a deparar ahora a la gente que la quiere y a ella misma, pero si que podemos decir que gracias a este contacto, dicha familia, puede presumir que la Navidad del año 2012, al menos para ellos, no pasará a la historia como una Navidad triste y sin esperanza, si no más bien todo lo contrario, será la Navidad que recordarán como, al menos eso esperamos, la esperanza de un nuevo comienzo entre ellos, que ojalá, no sea flor de un día, y podamos decir que hoy se ha iniciado un punto de inflexión que ayudará a que esté más unidos que nunca y a afrontar el futuro con la ayuda de una persona que les quiere a ellos, como ellos nunca dejaron de quererla a ella.
Así que os dejamos a todos con el buen sabor de un cuento de Navidad, que esperamos que se alargue a toda una vida.
Hasta la próxima:
EL ABUELO.

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