Buenos días a todos/as:
a continuación voy a escribiros sobre el debate que se ha abierto en la calle sobre si se debe o no endurecer las penas de cárcel para los pederastas aquí en España. Sinceramente creo que nunca debería de haber surgido dicho debate, ya que todos deberíamos estar de acuerdo que los niños junto con los cachorros son las criaturas más débiles de la Naturaleza y por tanto debemos siempre velar por su seguridad y protegerles de toda amenaza que les pueda ocasionar daños en el futuro.
La ley en España es clara al respecto, ya que todo aquel que trapichee con pornografía infantil es perseguido por la justicia y se intenta por todos los medios que pague sus delitos, ya que sus actos nunca deben de quedar impunes. Recordemos que son personas que se aprovechan de menores infundiéndoles en muchos casos, la creencia que lo que están haciendo no es malo, y lo que es peor, convenciendo a las pobres criaturas inocentes que ellas son quienes se han buscado lo que les ha ocurrido.
Lo más preocupante del tema, es que estamos observando ahora en los medios de comunicación, que los pederastas suelen ocupar una situación en la sociedad de cercanía a los niños, ya sea en la persona de profesores, (de todo tipo, escolares, deportivos..etc), ya sea que me parece bastante grave, figuras eclesiásticas, que se suponen que velan por nuestra integridad tanto física como espiritual y que desgraciadamente al final se preocupan más por nuestro físico pero no sanamente, sino que lo que hacen es aprovecharse de los niños para saciar sus depravados actos carnales.
Y ante estas acciones, qué hace la iglesia. Pues nada, solo sale el Papa Benedicto XVI, que sí, los crítica, pero sorprende que a veces, los justifica y lo que es peor los perdona, ya que alega que en los momentos de llegar a finalizar su vida, estos "curas" se sienten enteramente arrepentidos. O sea, que según esto, podemos hacer lo que nos plazca a la gente, que si luego en nuestro lecho de muerte nos arrepentimos de corazón, no pasa nada. ¡Qué se lo digan! a los niños que sufren esa barbarie o a sus familias que quedan lastradas de por vida. Seguro que se sentirán perfectamente recompensados sabiendo que los cabrones que han hecho daño a sus hijos se han arrepentido en sus momentos finales.
Y otros que deben ser duramente castigados son los docentes, que se aprovechan de su cercanía a los niños, (pasamos cerca de 8 horas con ellos), para ganarse su confianza y luego hacer las barbaridades que les hacen; y claro los pobres casi nunca se quejan ya que no creen que hacen algo malo, sino que tienen fe ciega en sus profesores.
Sinceramente a estos docentes, deberían de sancionarles de por vida y sobre todo evitar a toda costa que vuelvan a acercarse a unos niños aunque solo sea para decirles hola.
Aquí en nuestro país es ilegal publicar una lista con los pederastas que la policía tiene fichados, ya que se supone que tienen derecho a una segunda oportunidad y poder reinsentarse en la sociedad, pues bien, yo creo que no, ya que los niños que han sufrido sus abusos no han tenido oportunidad de defenderse, así que creo que deberíamos seguir el ejemplo de países europeos y Estados Unidos, los cuales tienen un censo de estos desgraciados, y sus vecinos así pueden saber que tipo de descerebrados están en su barrio.
Muchos de estos seres despreciables alegan que son enfermos que deben ser ayudados a superar su debilidad. Tocate los pies, más que enfermos, son unos cabrones que se aprovechan de la debilidad de alguien indefenso como son los niños; así que se dejen de paridas y que apechuguen con sus actos. Si haces daño a un niño/a, lo menos que te debería pasar es que fueras encerrado de por vida en una centro y que la sociedad tuviera conocimiento de que tipo de persona eres, para así poder ser humillado de por vida, ya que eso es lo que ellos hacen a los niños. La ley del Talión, que sufran ellos lo mismo que hacen sufrir, aunque eso por desgracia es imposible, ya que ellos son conscientes del daño que hacen, pero por desgracia los niños no lo son, son solo las victimas.
Así que dicho todo esto, creo que es del todo estéril e inútil plantear un debate sobre el endurecimiento de las penas a estos deshechos de la sociedad, lo que deberíamos hacer, ya que la pena de muerte no está contemplada, es encerrarlos de por vida y esperar a que se consuman y abandonen esta existencia, con la esperanza de que haya realmente alguien superior que les juzgue por sus actos terrenales y lo paguen por toda la eternidad.
En este caso no admito otra lectura positiva de esta Verdad, que he escrito.
Hasta la próxima:
EL ABUELO.
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