jueves, 22 de abril de 2010

Ante la fuerza de la Naturaleza no podemos hacer nada.

Buenos días a todos/as:
hoy voy a hablaros de la vanidad que tenemos la raza humana al pensar que somos los seres que podemos definir y crea nuestro destino, ya que la razón, de la cual ¿carecen?, (habría que investigarlo a fondo), los demás animales, nos indica que somos dueños de nuestros actos.
Los humanos desde tiempo inmemorial nos hemos creído los seres supremos de la faz de la Tierra y por lo tanto nos creemos capaces de crear y destruir cosas a nuestro antojo, pero siempre bajo un supuesto control, ejemplos hay miles. De creación nos encontramos con los avances de la genética y como jugamos a crear animales perfectos; y de destrucción tenemos las bombas atómicas que destruyen todo lo que encuentran a su paso, salvo las cucarachas, curioso, ¿verdad?
Pues bien amigos, muy de cuando en cuando, la Tierra nos sorprende y bajo su mejor arma, la Naturaleza, nos muestra cuan insignificantes somos los que nos creemos seres superiores, ya que cuando la Naturaleza se empeña en demostrar su poderío, no hay nada que hacer.
Hace una semana entró en erupción en Islandia el volcán Eyjafjalla demostrando lo fuerte y poderosa que llega a ser la Naturaleza. En un principio, era una erupción como otra cualquiera que se produce en el mundo en los volcanes activos que existen; pero la cosa se complicó cuando la nube de cenizas se expandió por el territorio y en especial por el espacio aéreo, lo que ha provocado que toda Europa haya quedado colapsada por vía aérea. Si señores/as, unas simples cenizas han sido capaces de colapsar las comunicaciones aéreas de Europa, y es que al parecer si las cenizas entran en contacto con el fuselaje de los aviones y dentro de los motores, éstas se cristalizan y pueden provocar grietas y roturas de motor, lo que llevaría a caída del avión con el consiguiente catástrofe que ello conllevaría.
Tan poderosos como nos creemos y resulta que la simple erupción de un volcán, ha conseguido lo que los humanos nos creemos capaces de hacer mediante bombas y sistemas que además de dañar a los seres vivos, también acaban con lo que les rodea sin discriminación.
En cambio, la Naturaleza es simple y concisa, ha decidido demostrar su fuerza mediante la erupción de un volcán en Islandia, y ello ha provocado el mayor atasco aéreo de la historia, incluso mayor que el que se origino por los atentados del 11-S.
Y por desgracia las consecuencias no acaban aquí, ya que debido a la nube de cenizas, que gracias a Dios ya remite, se calcula que la temperatura de la Tierra puede bajar medio grado de media en los próximos 5 años, hay que recordar que la época de glaciaciones las nubes volcánicas fueron las causantes del descenso brusco de temperatura, ocasionando una destrucción total. Pero esto no solo se queda aquí a medio plazo, sino que a corto plazo, el glaciar en el que se encuentra el volcán se ha descongelado bruscamente y se esperan inundaciones de carácter fuerte en zonas de Islandia. Gracias a que lo podemos preveer la población estará a buen recaudo.
Y eso solo con un volcán, que no hay que olvidar que los terremotos, también están demostrando que la Naturaleza, es imprevisible y que ante su poder no podemos nada más que claudicar y esperar que nos seamos nosotros su próxima víctima.
Y nosotros que nos creíamos los dueños del mundo pues nos viene bien que de vez en cuando la naturaleza nos demuestre quien es la que manda y la que nos deja vivir siempre que la respetemos.
Como siempre solo he pretendido contar mi VERDAD.
Hasta la próxima:
EL ABUELO.

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