Buenos días todos/as.
La verdad es que el mundo del fútbol es una mina para poder escribir reflexiones, y en especial, la visión del fútbol en un club como el Fc. Barcelona, da para mucho.
Hace 2 años prácticamente el club blaugrana estaba desahuciado tanto a nivel económico, social, como deportivo. Económicamente el club arrastraba una deuda de cerca de 1200 millones de euros, vamos una deuda que en cualquier otro ámbito empresarial hubiera significado la quiebra inmediata, en el mundo del fútbol significa que el ingenio de los gestores se agudiza y recurren a soluciones imaginativas solo al alcance del mundo de la pelota. Hoy en día la situación está mejor según los actuales gestores, y peor según la oposición, ¿quién dice la verdad? El tiempo dirá. De momento, por muchas palancas que se hayan activado, el club sigue sin poder optar a la ley 1/1, gastar lo mismo en fichajes que lo que se vende, y debe rebajar su fair play, que sigue desfasado.
Deportivamente, es cierto que la situación mejoró, gracias al fichaje de Xavi Hernández Creus, leyenda del club como jugador, y actualmente entrenador con fecha de caducidad, impuesta por el mismo. Parece paradójico que si decimos que ha mejorado deportivamente, el entrenador haya decidido irse el próximo 30 de junio. Pero la realidad es la que dictan los resultados. A nivel general, podemos decir que dichos resultados han sido más que correctos, ya que cuando Xavi cogió el timón del club, estaba luchando por entrar entre los 4 primeros para poder acceder a Champions, eliminado en ese año de dicha competición a las primeras de cambio, y luchando en Europ League por llegar lo más lejos posible. Pues bien el egarense, consiguió acabar segundo en Liga, algo meritorio, pero eliminado en Europa, contra el Eintrach, con un Camp Nou lleno de alemanes. Aún así, el equipo mejoró en juego y la ilusión de ver a Xavi un año completo era grande y esperanzadora.
En su segundo año, con una economía de guerra y con el fichaje estrella de Lewandosky y Raphina, el equipo demostró empezar con fuerza ganando Súpercopa de España al Madrid, con un buen juego. Ello provocó que la prensa de Cataluña, lanzase las campañas al vuelo y hablase de una nueva era del club. Incluso Laporta se dejó llevar por el fanatismo y dijo que el Barça había vuelto. La verdad es que parecía que no se equivocaban, ya que en la competición española, el equipo demostró una superioridad aplastante y ganó con solvencia la Liga, sacando 11 puntos al Madrid, su gran perseguidor. Pero no todo era bonito, ya que las victorias pírricas por 1-0, no eran del agrado del universo culé, que argumentaba que Xavi, el gran defensor del ADN Barça, no lo llevaba a cabo y se conformaba con ganar por la mínima y sin ser el fútbol reconocible del equipo. Y encima en Champions, volvió a caer antes de tiempo, y en la Copa del Rey, tampoco superó las expectativas. Aún consiguiendo ganar la Liga, con una plantilla descompensada y de inferior calidad que la del Madrid, la prensa fue demoledora contra el técnico, que pasó de ser el adalid de la esencia, al inexperto e irascible técnico que a la hora declaró verdad renunció al ADN Barça.
Es aquí cuando pasamos de idolatrar a Xavi, la gran esperanza culé, a denostarlo como se ve actualmente, ya que la prensa, volátil como ninguna, ha pasado a ser la primera que exige la destitución del egarense, y crítica que está verde para asumir el reto de reflotar al gigante blaugrana. Vamos que lo que hace 1 año eran alabanzas por ganar una liga impensable, ha pasado a ser críticas, porque el juego, salvo contadas ocasiones, es anodino y aburre a las ovejas. Además, los fichajes de Gundogan, y Vitor Roque y Romeu, no es que hayan revitalizado al equipo, excepción del alemán; sino que se puede considerar un fracaso en rendimiento, sobre todo Romeu y más sangrante lo del brasileño Triguihno, que ha costado 30 millones que sumadas variables llegarán a 61 millones. Y no es ni suplente.
La culpa de la situación del club, es achacable no solo a Xavi, es culpa de todos, desde directiva que no accedió a fichar lo que pidió el técnico, alegando falta de liquidez, pero que luego se gastó 61 millones en un jugador, Roque, no pedido por Xavi, y que consiguió la cesión de los portugueses Cancelo, City, y Joao Félix, At. Madrid, que tampoco eran preferencias del técnico, pero sí fichajes de la directiva, en especial Joa Félix. El bagaje de ambos es dispar, ya que si bien el carrilero si se ha hecho importante, el delantero en cambio solo ha brillado a cuentagotas y no mejora a la plantilla. Vamos que la directiva no puede exigir al agarense que haga milagros cuando no le facilitan el trabajo.
El técnico tiene gran parte de culpa, ya que no ha conseguido inculcar a sus hombres el estilo de juego que él quiere, ya sea porque no ha tenido esa capacidad para transmitir lo que quiere, ya sea, porque la plantilla no se ajusta en características futbolísticas a lo que quiere implantar como modelo, ya sea por lo que sea, pero no ha podido llevar a buen puerto su ideario. Incluso se vio superado por la circunstancias y decidió renunciar a su año de contrato de 2025 y abandona el club el próximo 30 de junio.
Y por último la prensa también tiene su cuota de culpa, ya que pasó de encumbrar a Xavi, incluso de crear unas expectativas enormes hacia su persona a exigir su cese. Ahora que la realidad choca con las expectativas, han pasado a recriminar sus decisiones e incluso a tildarle de inexperto para afrontar el cargo. Vamos que lo que hace un año, Campeón de Liga y Súpercopa, era un éxito y el inicio de una nueva era, ha pasado a ser una gran decepción y un bluff como entrenador. Así de volátil es la prensa. En vez de analizar si con los jugadores que tiene Xavi es capaz de triunfar o no, juegan a ser técnicos, y exigen resultados, sin saber las interioridades y vivencias del vestuario. Señores de la prensa si se dedicasen más a relatar la realidad, y no a expresar su forofismo, quizás la actitud del club frente a su realidad actual sería más acorde y no se creerían que tienen un equipo a la altura del Barça de Pep, equipo irrepetible, ya que ni se dan las mismas circunstancias, ni por supuesto los mismos jugadores, entre ellos un tal Xavi.
La afición también tiene su culpa, ya que quizás se creyó que la esencia de Xavi como jugador del mejor Barça de la historia, sería extrapolable al Xavi entrenador. Pero la realidad es que ni tiene plantilla para llevar a cabo su juego deseado, ni está al nivel de entrenador como lo fue de jugador. Aún así es de agradecer, que en su momento aceptase el reto de entrenar al club, ningún entrenador veía factible triunfar sin fichajes, y que a día de hoy renuncié a continuar, pensando que es lo mejor para el equipo. No se le puede echar en cara su barcelonismo, que le impulsa a abandonar su puesto, para que el club reaccione con otro técnico y lleguen éxitos. Veremos si la decisión es finalmente acertada o no, el tiempo dictará sentencia.
Así que asumamos todos nuestro grado de culpa y no rompamos la cadena por el eslabón más débil que en este caso es el técnico Xavier Harnández Creus.
Como siempre hemos tratado de contar nuestra verdad que mo será compartida por todos/as, pero que pedimos respeto por ella, como nosotros respetamos las demás opiniones.
Hasta la próxima:
EL ABUELO.
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