viernes, 25 de septiembre de 2009

El mal ejemplo provoca nuestra realidad escolar.

Buenos días a todos/as:
hoy voy a hablaros sobre la polémica que cada año que pasa aumenta en referencia a nuestro sistema escolar o educacional, que cada vez es más criticado desde los ámbitos de la sociedad.
Lo primero que me gustaría indicar como profesional de la Educación, que la gente equivoca habitualmente las funciones que desempeñan los maestros. Si bien es cierto que somos las personas que más tiempo pasamos con nuestros alumnos, (sobre todo en la Etapa de Primaria, de 6 a 12 años), no hay que olvidar que no somos sus padres, sino que somos los encargados de enseñarles los instrumentos que van a necesitar para poder desempeñar bien su papel en la sociedad en la que viven. No olvidemos que la Educación, es un proceso de interrelación del alumno con el ámbito socio-cultural que le ha tocado vivir.
Esta afirmación se reafirma si hacemos una retrospectiva de como era la educación hace no menos de 20 años. No es lo mismo educar a los alumnos en unos valores que se adecuen a su realidad social del momento, ya que al evolucionar, también se va modificando la realidad social. De hay, que la educación vaya evolucionando a la par que la situación social. No es lo mismo un alumno de los años 80 que un alumno de la actualidad.
Si, ya sé que muchos piensan que la buena educación vale para todas las épocas, ya que alguien educado de los años 60, sigue siendo hoy en día una persona válida. Es cierto, pero tenemos que destacar que habrá puntos de vista de hoy, que chocarán con su educación y que no encajarán en sus esquemas, y no por ello dejará de ser una persona educada, pero si que tendrá desfases en algunos campos. Un ejemplo sería en la consideración a la mujer. En los años 60, la mujer era la compañera del hombre y debía apoyarle y amarle y respetarle, aunque esto a veces chocará claramente con la forma de pensar de ellas; pero el contexto social en que les tocó vivir así determinaba que sería su educación.
Hoy por hoy, sigue ocurriendo lo mismo, por mucho que las personas no quieran aceptarlo. La Educación se adpata a la interactuación de los alumnos con su medio ambiente. Por ello los maestros debemos adaptarno a la sociedad y enseñar conforme a los valores que prevalezcan; pero haciendo hincapié en que hay valores que por mucho que cambie la sociedad siempre estarán en vigencia y que son la base de los demás: respeto, buen uso del lenguaje, responsabilidad, honradez...etc.
Es importante destacar que el alumno aprende por imitación, y que por eso es tan importante que tenga referentes buenos en los que fijarse para poder imitarles y así lograr una interiorización de su comportamiento, lo que le ayudará a vivir en sociedad, recordar que el hombre es un animal social por necesidad. Por eso hay que tener en cuenta todos los factores externos al maestro, que le afectarán al alumno.
Uno de los elementos que más influyen a nuestros alumnos, es la televisión. La televisión es un instrumento que bien utilizado nos ayuda en la educación. Hay series educativas excelentes: Erase una vez... (en todas su ramas); documentales, programas didácticos. Pero también puede ser un instrumento devastador para la enseñanza. Ejemplos como Gran Hermano, programas de televisión que en horario infantil, promueven el vocabulario soez, las peleas entre tertulianos, faltándose el respeto de manera encarnizada, (Sálvame, Vaya par,...etcetera).
Desgraciadamente los programas que más llaman a los niños no son los educativos, sino que los que más les llaman y les influyen son los de actualidad, ya que el concepto de fama, lo han adquirido desde muy pequeños, y ellos quieren llegar a tenerla y su ejemplo son los concursantes de GH, OT, pero no por destacar en lo positivo, sino porque dichosa personajes después haciendo actividades no educativas, (hablar de con quien se han acostado, salir en revistas desnudas, ...etc), alcanzan esa fama que hoy por hoy es lo que prima, de hay que los valores morales de nuestros niños vayan siendo cada vez más bajos.
Es verdad que los maestros debemos guiarles, pero no somos los responsables máximos como nos quieren hacer la sociedad, sino que somos parte de un engranaje, que tiene como punta de lanza a los padres, que no olvidemos que son los responsables directos de sus hijos y son los que deciden que centro ha de enseñar a sus hijos, acorde a sus valores morales. Lamentablemente los padres de hoy no buscan que sus hijos sean buenas perosonas y formadas en unos valores morales adecuados, sino que prima que sus hijos sean los mejores, aunque para llegar a ello caigan cabezas por el camino.
Así que, por favor, dejen de responsabilizar al sistema educativo de las conductas de nuestros adolescentes, no con esto quiero eximirnos de responsabilidad, que si que tenemos parte, y concienciense que la responsabilidad recae en un engranaje más complejo que abarca muchos ámbitos que desgraciadamente se han ido enrareciendo y desvirtuando los valores hasta límites insospechables.
Los maestros enseñamos, no educamos. En el colegio se aprende y en las casas se educa, ya que cada cual, sabe qué tipo de educación quiere o no inculcar a sus hijos. Y esa educación la ha de impartir los padres que son los primeros que con su ejemplo deben dar imagen a sus hijos.
Como siempre solo he intentado exponer mi Verdad sobre un tema que me afecta directamente, ya que cuando un niño es un encanto, los padres se apuntan el merito de su educación, sin acordarse de los maestros, y cuando el niño sale un poco rebelde, inciden los padres en que las culpas es de los maestros. ¡NO! Recuerden señores, los maestros enseñamos, los padres son los que han de educar.
Hasta la próxima:
EL ABUELO.

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