viernes, 2 de marzo de 2007

Las depresiones.

Buenos días.
por decir algo, ya que de buenos tienen poca cosa; pero es un formulismo a decir, ¿verdad?.
Hoy acorde a mis comentarios anteriores voy a hablaros sobre un mal que es más común de lo que quisiéramos reconocer y que en la sociedad actual se da con bastante frecuencia: Laa DEPRESIONES.
Efectivamente las depresiones, curioso mal endémico, del que ninguno de nosotros está exento de conocer, ya sea en tercera persona o por consiguiente en primera persona. Las depresiones no saben de edad ni de clase social ni de raza, ni... etc; de ahí que sea un mal que es muy extendido por toda nuestra sociedad.
La depresión es una "enfermedad" que te afecta poco a poco y que en un principio no le das la debida importancia, ya que todos creemos que somos lo suficiente fuertes para no dejarnos "embaucar" por sus llamadas; y eso es lo que conlleva que no le demos importancia en sus principios que es cuando podríamos atajarla y por contra la despreciamos; hasta que llegamos al punto límite, en al cual, sin saberlo, descubres que La DEPRESIÓN se ha hecho una compañera de viaje indeseable que no has invitado, pero que tampoco puedes echarla del coche, ya que poco a poco se ha hecho "intima", y que resulta bastante difícil que quiera abandonarnos, ya que le hemos caido bastante bien.
Para entendernos, es como aquella visita que se hace demasiado larga y por mucho que deseemos decirle que se vaya, no podemos ya que su fuerza es hipnótica.
Las personas que padecen de cerca una depresión, son las más afectadas, ya que empiezas siendo un espectador de lujo de una de ellas y crees que con tu ayuda puedes desprenderla de ese ser querido, pero resulta que no es tan fácil, pero como tú no la padeces no te explicas porque no se supera e incluso acabas hastiado con la persona a ayudar, ya que crees que no hace nada de su parte. Este presentimiento se basa en la ignorancia, ya que para entenderles has de ¡por desgracia! sufrir su misma situación.
La verdad es que ser espectador de una de estas depresiones es agotador, pero hay que estar al pie del cañón. Pero lo peor que te puede pasar, es que conviertas a una de estas depresiones en tu compañera, en tu inestimable amiga de la cual, aunque eres consciente que no es buena acompañante, no sabes porqué, una extraña fuerza provoca que la alimentes más cada día y que veas que esa amiga es parte de tu ser y que expulsarla, sería como acabar con parte de ti.
La verdad señores/as, es que la sociedad actual es la gran culpable de que nuestra querida "amiga", sea hoy por hoy tan importante, ya que los factores de la vida nos aboca a tomar en demasiados ocasiones temas banales como importantes, y por tanto las decepciones que ello acarrea, en vez de olvidarlas, las magníficamos.
Lo cierto es que no deseo que nadie viva en compañía de una depresión, ya que puedo aseguraros que ya sea desde el punto de vista del sufridor, como del que apoya al sufridor, al final acabas echo polvo.
Tranquilos, a la vez que os digo esto, también os digo que hay que sacar fuerzas de donde no las haya, ya que a veces crees que lo mejor es tirar la toalla, pero no podemos, (espero poder seguir mi ejemplo), y tenemos que levantarnos cada día y buscar una sola cosa que te impulse a afrontar la "mierda de vida" que te ha tocado vivir.
Deseo de todo corazón que siempre tengaís una razón para afrontar el día con ilusión, ya que ello es el motor de la vida. Aquel que no tiene esa ilusión, es que está "muerto" y acepta ser un conformista toda su vida.
Y yo me pregunto: ¿qué soy yo?, ¿estoy vivo o muerto?. La verdad, no lo sé. Pero cada día que pasa, es un triunfo.
Gracias a todos/as;
El Abuelo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno Abuelo, por fin estoy aquí. Perdona que esta semana haya tardado tanto, pero he estado, irónicamente, empezando algo que se asemeja mucho a esta depresión que me describes.

Problemas con la novia, fruto en su mayoría de todas las movidas que hablamos en su día, pero también problemas, y muhcos, conmigo mismo. Y para colmo voy hoy y me pongo enfermo. Pero bueno. No sé si estar mal una semana o dos y tener problemas un poco serios que te entristecen ya entra en el grado de depresión, pero por lo menos son el inicio. Una cosa que estoy notando es que sentirte mal merma tu capacidad de estar bien con los de tu alrededor. Te sientes idiota, no tienes nada que decir, no quieres aburrir a la gente con tus historias y estás apagado, así que esos cafés del curro o de clase se hacen cada vez más silenciosos. Y es que no sólo tus cercanos pagan los platos rotos, sino cualquier conocido puede verse afectado porque estés con líos en la cabeza. Y claro, te va mal con la gente, lo que a su vez te hace sentir peor, y entramos en una espiral o círculo vicioso. ¿Lo mejor, que crea que me ha ayudado otras veces? desconectar pero no demasiado, sentarse una tarde a ordenar tus pensamientos y tener tus prioridades y quedar con tus colegas más cercanos para charlar un poco pero mientras se echa un billar, se toma una copa o se ve una peli. Simplemente, hablarlo por soltarlo y compartirlo, que psicológicamente relaja un poco, y seguir haciendo lo que te gusta y distrae. Preocupaciones continuas nunca fueron buenas, y debes preocuparte sólo cuando te veas cara a cara con tu depresión y sus problemas anejos. Es fácil decirlo, y el verdadero problema es saber cómo ponerte frente a ellas (suele ser muy doloroso porque son problemas íntimos) y sacar la fuerza para hacerlo.

Una cosa que ayuda mucho y que yo no tengo es una ilusión concreta y sólida que perseguir: es la roca más sólida y resistente a la que asirse, porque es algo que depende sólo de ti.

Espero que nos veamos pronto y llevemos a cabo esos proyectos internáuticos de los que hablamos...

¡Un abrazo!

El Abuelo dijo...

Buenas Perilla:
sobre todo espero que tú no te dejes embaucar por esta amiga ya que con uno que haya, ya basta.
Claro que tienes razón cuando dices que afecta a los que te rodean, y es cierto, que desgraciadamente pagamos nuestros platos rotos con ellos, y sí... es injusto.
No estoy de acuerdo contigo en que lo mejor es contarsélo a alguien de tu entorno, ya que creo que en estos casos el único capaz de ayudarte, paradojicamente es uno mismo, ya que suficiente tienen los demás con lo suyo como para que tengan que soportar con lo ajeno.
Bueno Perilla de nuestros proyectos no te preocupes que siguen adelante.
Espero que recuperes la ILUSIÓN perdida, ya que sino te auguro que fracasarás en tus intenciones; y suficiente conque solo haya un fracasado, o sea... YO