viernes, 9 de marzo de 2007

El Vil Metal

Buenas tardes a todos/as:
en el artículo de hoy voy a hablar de un tema bastante importante para todos/as, por mucho que algunos/as lo nieguen; ese asunto es el dinero, o como lo hemos oido muchas veces El Vil Metal.
Buenas amigo/as de Las Grandes Verdades de la vida:
Hoy voy a escribiros sobre el motor de este cruel y duro mundo: el DINERO.
Si, el tema a debatir hoy es un tema que todos conocemos y que todos somos conscientes que es uno de los valores, por no decir, el mayor, que tenemos la insidiosa humanidad. El dinero es el motor que mueve nuestras vidas y es el arma de PODER más grande que jamás podremos poseer en nuestra vida. El dinero nos marca en todo lo que hacemos.
Me atrevería a deciros que el dinero en la sociedad actual es el VALOR, (si es que todavía tenemos de eso), más importante, cosa que es muy triste, ya que lo anteponemos por encima de otras dependencias que en teoria son más puras y que aquí ya hemos destripado (AMOR, AMISTAD…etc), y llegamos a juzgar a los demás por el dinero que poseen; lo que llamamos clases sociales, (antes era según la educación). Para nuestra desgracia, las personas hemos decidido que en la vida lo más importante y lo que te aporta felicidad y estabilidad es la economía, ya que es el vehículo que erróneamente creemos que nos aportará las soluciones a todos nuestras desgracias y males; pero he aquí amigos que yo me atrevo a deciros, que el dinero no es la panacea de todo, sino que por el contrario es el causante de la mayoría de las desgracias en el mundo en todos los ámbitos.
El DINERO es hoy por hoy, la causa de las guerras que libramos en todos los confines del planeta, lo que pasa es que se enmascaran con palabras como Misión de Paz, Ayuda Humanitaria,..etc. De verdad, quién se cree hoy en día que países como EEUU entran a “pacificar” territorios de manera altruista, NADIE. Todos sabemos que las guerras se generan porque el territorio en litigio es rico en sustancias como petróleo, que curiosamente es conocido como “Oro negro”, el cual, aporta a aquellos países que lo posean una gran riqueza, que se traduce en MUCHÏSIMO DINERO. Con lo cual, ¿es lícito camuflar dinero con palabras como las anteriormente citadas Ayuda, Paz?,… por supuesto que NO. Debemos asumir la verdad de los actos del hombre, somos codiciosos y egoístas y ansiamos tener más y más aunque ya no sea necesario.
También el dinero tiene el dudoso honor de acabar con todo lo bello que puede haber en las relaciones humanas, desde las relaciones de amistad y de amor, hasta las relaciones familiares, ya que como todos sabrán, cuando de por medio hay dinero, ni el amor, ni la amistad son suficientes para ganar.
El dinero pudre todo lo bello que la vida nos puede ofrecer, ya que es la mayor fuente de corrupción y podredumbre del ser humano.
El refranero español es muy sabio y dice, que: no mezcles dinero con amigos ni con familiares, ya que acabarás con esas relaciones, doy fe de ello.
Este planteamiento también lo podemos extrapolar a las personas como particulares. De hecho hay muchas personas en la sociedad que su mayor valor en la vida es el dinero. Este tipo de personas son aquellas que anteponen o supeditan todos los demás valores a la consecución de ganar y ganar dinero, creyendo así que podrán alcanzar todo aquello que se propongan e incluso creyendo que la FELICIDAD la alcanzarán gracias al dinero.
Pues bien, esas personas están en un grave error, ya que… ¿quién no conoce el caso de la persona que está podrida de dinero pero que por el contrario es infeliz a más no poder?; seguro que conocéis alguno. Y gracias a esas personas, podemos albergar la esperanza (tampoco hay que emocionarse), que los seres humanos podemos alcanzar la FELICIDAD anteponiéndo otros valores por encima del dinero; valores como (AMOR, AMISTAD, FELICIDAD, …etc), todos ellos dependencias, pero que pueden lograr que nuestra vida tenga sentido y algo por lo que luchar, aunque sepamos de antemano que es una guerra perdida, ya que no hay dinero de por medio.
Francamente amigo lector, creo que las personas deberíamos pensar en la utopía de volver a vivir en una sociedad donde aquello que necesitamos pudiéramos conseguirlo intercambiándolo por otros bienes que necesiten los demás o por ayuda personal en definitiva volver a la llamada sociedad del TRUEQUE. Seguro que en ese caso viviríamos todos mejor, ya que no nos juzgaríamos por lo que podemos llegar a poseer, sino por aquello que realmente necesitamos, ya que solo tendríamos lo que la vida nos exige para vivir, sin miedo a que los demás nos juzguen por lo mucho o por lo poco que poseemos.
Acabo diciendo que ojalá todas las personas pensasen más con pureza y no con codicia, ya que a veces la felicidad se obtiene por algo tan simple como ver que te sonrie un niño, o la chica de tu vida, o…etc. En definitiva, la FELICIDAD a veces está en los detalles más pobres y nimios.
Pero hemos de admitir que hoy por hoy, el dinero es un mal necesario, ya que nos lo hemos impuesto y sin él, no podemos encasillarnos en la emborregada sociedad, y por desgracia, todos NECESITAMOS encasillarnos, ya que ir por libre es catalogarte de LOCO. Ya lo dijo el escritor: “Poderoso caballero es Don Dinero”, y mucho más en nuestra sociedad.
Como siempre quiero recalcar que en ningún momento quiero convencer a nadie y mucho menos censurar la actitud de los leyentes; sólo quiero haceros pensar y ruego que si alguien quiere decirme algo que aproveche la oportunidad de los comentarios.
Gracias a todos EL Abuelo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Abuelo

Buen análisis de ese "metal" inerte al que tanto valor da nuestra sociedad.

Ampliando lo que cuentas, me gustaría añadir que el dinero en sí como forma de intercambiar bienes y servicios no es mala idea, el problema reside en que la distribución del mismo es nefasta.

Está bien que se premie al que trabaja más que el resto o al que tiene una profesión de mayor riesgo. Sin embargo que un actor/periodista/deportista/etc. cobre en un año lo que no gana una familia trabajadora en toda su vida laboral me parece penoso.

Otro problema es que dos personas no parten en igualdad de condiciones económicas cuando nacen, pero los precios son los que son. Una persona que lleva toda su vida currando puede no permitirse comprarle una película a su hijo por navidad (esto es verídico) cuando hay personas que sin pegar un palo al agua se regalan un coche porque su familia tiene pelas.

Esta situación lleva frases como la que Woody Allen dijo una vez: "El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que necesita un especialista avanzado para captar la diferencia."
La Amistad, el Amor, los Sentimientos, la Salud, las Sensaciones, son cosas que no se pueden comprar con dinero, pero que le pregunten al de "En Busca de la Felicidad" lo que significó para él poder comprarse una casa.

Ojalá pudieramos cambiar la distribución de la economía y dar al dinero el valor justo que tiene, pero nuestro mundo está orientado por grandes entidades a las que les vienen bien las cosas como están.
Frases como "El dinero está para gastarlo" forman parte de esa tendencia actual consumista a la que nos empujan los grandes almacenes todos los días, cuando lo lógico sería que el dinero estuviera para invertirlo de forma razonable y no compulsivamente.

Debería ser una herramienta de intercambio sin más, no un elemento de codicia y poder, pero ese es el valor que le "hemos" dado.

Una lástima.

Anónimo dijo...

Hola Abuelo:

Exijo una compensación de vil metal por parte del usurpador de mi puesto preeminente como perillado oficial de este blog. Si tiene algún otro adorno piloso que no de pudor mencionar que lo use, pero la perilla es mía, y no hay ninguna mejor.

Pasando ya al meollo de la cuestión, decir que el dinero es un "convenio" social, una forma de entendernos, y por lo tanto una herramienta muy útil que ha permitido el desarrollo de la sociedad. El gran problema de esta vida, y desde luego es monstruoso en sus consecuencias, es que pasa de ser un medio más de relación social a ser EL medio de relación social. Pasa de referirse sólo a aspectos materiales a ser la vara de medir de todo en la sociedad, llegando a darse patéticos casos de gente que cree que todo tiene precio. Pasa de ser una característica más de una persona a ser la principal y la que determine qué podrá o no hacer en su vida, lo que al fin y al cabo es robar la libertad.

Las ventajas del dinero son manifiestas: permite acumulación y ahorro, permite tasar aspectos materiales y superar un trueque que vale para sociedades de subsistencia, las más retrasadas evolutivamente, permite que todos podamos intercambiar el resultado (valor) de nuestro trabajo a cualquiera y por cualquier cosa ajustada a un precio (en teoría) justo, que haya producido cualquier otra persona, evitando así el trato unipersonal con cada productor (ir de compras llevaría semanas sin dinero), y también permite que evitar molestias del trueque tales como que alguien tenga lo que tu quieres pero no quiera lo que tu ofrezcas.

Por tanto, el dinero en sí es una herramienta en un sistema. Bien es verdad que es la parte más visible y resultado de ese sistema, pero desde luego tiene mucha utilidad. No es el dinero el que causa males, sino la mala forma (mezquina o inepta) en que se reparte. No es el dinero el que desvirtúa, sino la gente que sólo ve dinero y cree que con dinero se puede hacer todo. No es el dinero el que nos hace pobres o ricos, sino esa gente que decide cuánto vale mi hora de trabajo y cuánto la suya. Así un sinfín de culpas que recaen sobre el dinero en sí. Pero culpar al dinero es como culpar a los fabricantes de mandos a distancia que echen más telebasura y menos programas interesantes: la culpa es de los productores de programas y de los televidentes que toleran con más o menos consciencia y sumisión la situación, pero no el invento del mando a distancia.

¡Espero que nos veamos pronto, Abuelo!

Anónimo dijo...

Por cierto, citabas el poema de Quevedo y aquí lo pongo entero, que siempre sabemos la coletilla y no el poema:

Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Nace en las Indias honrado,
Donde el mundo le acompaña;
Viene a morir en España,
Y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
Es hermoso, aunque sea fiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Son sus padres principales,
Y es de nobles descendiente,
Porque en las venas de Oriente
Todas las sangres son Reales.
Y pues es quien hace iguales
Al rico y al pordiosero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

¿A quién no le maravilla
Ver en su gloria, sin tasa,
Que es lo más ruin de su casa
Doña Blanca de Castilla?
Mas pues que su fuerza humilla
Al cobarde y al guerrero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Es tanta su majestad,
Aunque son sus duelos hartos,
Que aun con estar hecho cuartos
No pierde su calidad.
Pero pues da autoridad
Al gañán y al jornalero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Más valen en cualquier tierra
(Mirad si es harto sagaz)
Sus escudos en la paz
Que rodelas en la guerra.
Pues al natural destierra
Y hace propio al forastero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.



Sigo reivindicando una indemnización por el uso indebido de una mención a la perilla que yo usaba antes, ¡O me chivo a la SGAE y os cobro impuestos a todos!

Anónimo dijo...

No entremos en batallas legales, que aquí la única perilla que se ve es la de un servidor, si bien es cierto que puede confundirse con el vello corporal colindante. El resto son copias baratas, así que chívate a la SGAE si quieres, creo que son 300 euros por hablar con ellos... :-P

Menos mal que soy buena persona y te voy a dejar la exclusividad mientras te dure la perilla donde está...

Anónimo dijo...

Bueno, mientras me dure que será poco: mi perilla, tan dulce y elegante ella, ha sido apostada y perdida (o está a punto de perderse). Quizá la recupere, quizá no... Pero dentro de poco dejaré de ser un perilla auténtico: ¡¡así que aprovechadme mientras podáis!!