jueves, 8 de mayo de 2014

La fatalidad de la Granja escuela.

Buenas tardes a todos/as:
hoy me he levantado con la mala noticia del fallecimiento de un niño de 6 años perteneciente al colegio Nuestra Señora del la Maravillas. El trágico suceso ha ocurrido cuando este alumno disfrutaba con sus compañeros de clase de una estancia en una granja escuela El Acebo sitada en Paseo de Enrique Tierno Galván en Villanueva de Perales. Al parecer el niño de seis era asmático e intolerante a los lácteos, lo cual aún así no impide que desarrolle una vida plena y común. Pero la desgracia se ha cebado con la familia de este niño, ya que al parecer, estando de estancia en la granja escuela, a falta de confirmación de la autopsia, ingirió un producto de soja, que se supone que era compatible con los alérgicos a los  lácteos; que le llevo a un shock anafiláctico que desgraciadamente le produjo la muerte.
Según se ha narrado, los profesores del colegio y monitores del centro, intentaron hacer lo humanamente posible para salvarle la vida, pero a estas horas no se sabe si pudieron administrarle los medicamentos, pero ello no evitó que el niño tuviera fuertes convulsiones que obligaron a los responsables a trasladarlo en coche propio al hospital más cercano. Desgraciadamente no pudieron evitar que el niño sufriera más convulsiones y entrara en parada cardiorespiratoria, lo que obligó a llamar al 112, los cuales se personaron con un vehículo apropiado para el traslado, pero fue en vano, ya que el niño finalmente falleció en el Hospital de Móstoles.
Ahora lo que muchos se preguntan es ¿se podría haber evitado?, ¿Quiénes son los responsables en última instancia? ¿Están preparados los profesores y monitores para afrontar estas crisis?
Sinceramente, no sé que pensarán los padres de este incidente, pero yo si tuviera un hijo y este falleciese en una actividad extra escolar, habiendo avisado de los problemas de mi hijo, sentiría que el responsable es el centro educativo que no siguió las recomendaciones que les indiqué. Y en última instancia el profesor que supuestamente estaba a cargo de mi hijo.
Vayamos por partes.
1) Hoy en día, en casi todos los colegios, se lleva un registro de los alumnos que son alérgicos, ya que al principio de cada curso se pide a los padres esta información, justo para evitar males mayores, ya sea en temas de alimentación, como al llevar a cabo actividades que pongan en riesgo al alumno.  Este registro es tarea del tutor del curso, el cual una vez que lo haya compilado, se encargará de comunicárselo a la dirección del centro, la cual guardará dicho registro.
2) El tutor de clase también es el encargado de administrar los medicamentos a dichos alumnos, siempre y cuando no se disponga de enfermera escolar, y más en ocasiones de excursiones que conllevan un riesgo como el acontecido.
3) El tutor es el encargado de comunicar a los monitores, y a la granja escuela sus alumnos con sus diferentes alergias, para evitar episodios desagradables. Pero esta comunicación previa no implica que allí en la granja escuela, el tutor se olvidé de supervisar cada día qué actividades llevan a cabo sus alumnos, y más específicamente aquellos que padecen de alergias u otras complicaciones.
4) El tutor en todo momento debe ponerse en contacto con los padres del alumno para tomar una decisión, (a no ser que sea inmediatamente urgente), ya que son los padres quienes deben autorizar una visita al centro de salud en caso de no reacción al medicamento.
La verdad es que el tema tiene miga, ya que la gente cree que los profesores solo dan clase y viven de lujo con sus vacaciones de verano y Navidad, pero no son conscientes que durante más de 8 horas al día, son los responsables de 25 o 30 niños que componen su aula. Y no solamente en el aula, sino en el recinto educativo y en todas las excursiones que se lleven a cabo. ¡Vamos que actúan como padres! Lo cual conlleva sus obligaciones.
La verdad es que nadie se pone a pensar en esta responsabilidad que adquieren los centros educativos y su personal docente, ya que sucesos como el aquí citado no suelen ocurrir casi nunca; pero es cierto que los profesores asumen como propias unas atribuciones que no deberían tener, ya que solo se deben dedicar a enseñar, ¡que no educar! que para eso les pagan.
Volviendo al tema en cuestión, no me imagino el mal trago que estará pasando el profesor/a en cuestión, ya que posiblemente estará destrozado y su vida docente habrá acabado, ya sea por no superar el duro golpe, o ya sea, por una más que posible demanda interpuesta por los padres tanto al centro como a él/ella.
Esperemos que las investigaciones depuren responsabilidades y aclaren qué y cómo pasó el incidente, ya que si es cierto que el yogurt de soja era compatible con los alérgicos a la lactosa y al tomarlo el niño empeoró rápidamente, deben de comprobar si estaba bien etiquetado e ir a por ellos.
Pero lo de menos es quién es responsable o quién no, lo de verdad preocupante es que un niño de 6 años, ha fallecido y que una familia estará destrozada por una actividad que en principio debería haber sido educativa y lúdica se ha convertido en una actividad fatal que no olvidará de por vida.
Indicar que por un hecho desgraciado, no se debe juzgar las actividades educativas de colegios, centros educativos y granjas escuelas, ya que éstos siempre han existido y son un complemento esencial en nuestra educación.
Remarcar que si me parece censurable que la dirección del Colegio Nuestra Señora de las Maravillas, no cancelase la actividad al día siguiente del suceso, ya que aunque alegan que el grupo psicológico determinó que era mejor continuar, hay que tener respeto a los padres del niño y tener sentido común.
Pero...
Las repercusiones a nivel educativo del colegio y a nivel económico seguro que serán importantes, y más si al final es demandado el colegio, pero este daño será pasajeros para ellos, ya que la institución seguirá en pie y con el paso del tiempo este suceso será un borrón que perdurará pero lo superarán; en cambio los padres del niño no olvidarán nunca lo sucedido.
Solo he tratado de contar mi verdad,  y que sé lo que implica, y me solidarizo con el profesor y sobre todo les doy mi más sincero pésame a los padres y ojalá se aclare todo cuanto antes y con claridad ya que no sería aconsejable que se dilatase en el tiempo y se sembrase la duda de un oscurantismo intencionado.
Hasta la próxima.
EL ABUELO.

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