Buenas noches a techas, todos/as:
mañana ya a estas horas, sabremos todos los que jugamos al menos un décimo de la lotería, si somos los agraciados, o por contra un año más, vemos como nuestro número no aparece en la lista de los agraciados; y lo más curioso es que nos ofuscamos porque no nos toca, cuando hay más posibilidades de que te caiga un rayo a que te toque el número premiado.
Todos los años en estas fechas, los españoles, el día 22, estamos pendientes del sorteo de la Lotería Nacional de Navidad, en el cual se reparten más premios cuantiosos de todo el año; porque no hay que olvidar que cada sábado del año hay sorteo de la lotería, pero claro, en España solo damos importancia a dos sorteos, el ya mencionado de Navidad, y el que podríamos llamar sorteo de consuelo, más conocido por el Sorteo de El Niño.
Y ciertamente el sorteo de mañana es más que un sorteo, es un ritual que ya se ha convertido en costumbre. Sea la situación que sea de carácter económico, no afecta a la ilusión ya que los españoles seguimos gastando una media de 80€ en este sorteo. Parece que todos los españoles tenemos la ilusión de que nos toque el Gordo y así poder "jubilarnos". Pero es que ciertamente aunque nos tocase el décimo de Navidad, solo cobrarías 300.000 euros, este año de forma excepcional serán 400.000 euros, lo que vienen siendo, para aquellos que recodáis las pesetas, cerca de 66 millones de las anteriormente citadas. Y como todos sabemos no es suficiente como para pensar que vas a poder abandonar tu trabajo.
Pero si bien es cierto que este año que ya somos 5000.000. de parados, si tocase el décimo a uno de nosotros, al menos nos quitaría las preocupaciones inmediatas.
Lo más llamativo del sorteo de mañana es comprobar como cuando acabe los bombos de escupir bolitas, la ilusión que habíamos depositado, se convertirá en decepción, e incluso en enfado, ya que no entenderemos cómo no nos ha tocado. ¡Vamos ni que fuéramos los únicos en jugar! En eses momento de nuestras bocas saldrán los ya conocidos, el año que vienen no juego ni un euro, esto nunca toca, yo no conozco a nadie que le haya tocado, ¡otros 60 euros tirados a la basura!,... etc.
Pero a pesar de todo, cometeremos el error de volver a jugar por partida doble, ya que el próximo día 5 de enero, jugaremos el sorteo de El Niño. Y como no aprendemos, no nos bastará con volver a perder dinero sin recibir nada a cambio, ya que desde que empiece el verano que ya podrán a la venta los boletos de la lotería de Navidad de 2012, empezaremos, otra vez el ritual de ilusionarnos, para que el ciclo de la Lotería nunca acabe.
Y es que queramos o no, la lotería nos afecta a todos, y estoy convencido que por más que te propongas no gastar en décimos, siempre acabamos comprando, ya que pensamos, y si les toca y yo no lo compro, vamos que me da algo. Y es que aunque no es lo mismo que los productos aditivos que llevan cafeína, podemos decir que la lotería tiene un punto de adicción, que se encuentra dentro de todos nosotros, y que aflora en los momentos de proximidad a los dos sorteos del año. De ahí que las administraciones de loterías y apuestas del Estado, sea hoy por hoy uno de los mejores y más rentables negocios que uno puede regentar, siempre y cuando seas dueño de 4.00.000 euros que es lo que se estima como inversión mínima para adquirir una administración.
Bueno como siempre solo he tratado de contar una verdad que se repite ciclicamente cada año.
Hoy no diré hasta pronto, sino ¡BUENA SUERTE A TODOS/AS.
EL ABUELO.
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