miércoles, 30 de junio de 2010

El sufrir del peregrino.

Buenas noches a todos/as:
hoy amigos/as voy a hablaros de una de las experiencias más bonitas que uno puede experimentar en su vida, y esa no es otra que hacer El Camino de Santiago, que además de ser una travesía más que bonita, es un caminar lleno de experiencias, y en el que conoces personas que te sorprenden por sus buenos sentimientos.
Mi camino comenzó en el pueblo de Villalba, (Lugo), a eso de las 8.30h de la mañana, con el agravante que apenas dormí en el autobús que nos llevó desde Madrid a Lugo, que salió a las 0.30h y se demoró 1h y 45m debido a una redada que llevo a cabo la Guardia Civil a la salida de Madrid, ya que en una de las maletas, del autobús detectaron los perros una sustancia prohibida. Como la persona dueña de la maleta no salía, la Guardia Civil, decidió bajarnos a todos y comprobar uno a uno quien se había quedado sin maleta; al final salió una pareja de colombianos, chico, chica que eran los dueños de la maleta que contenía cocaína.
Dicho esto, al final llegamos a Villalba (Lugo), a las 8.30h y allí en vez de descansar, decidimos comenzar nuestra aventura. La verdad es que fue un día agotador, ya que recorrer 20km sin dormir es algo no aconsejable.
Desde que entramos en el albergue, empezamos a entender lo que es el sufrimiento del peregrino, ya que aunque lleves calcetines adecuados, las ampollas de los pies son inevitables y la verdad es que aunque te las cures, al día siguiente vuelven a estar allí dispuestas a dar guerra y de que manera. Además te das cuenta que no todos los peregrinos son muy aficionados de la limpieza, ya que algunos por el olor que desprenden, uno puede asegurar sin miedo a equivocarse que llevan al menos 2 semanas andando sin ducharse. Y la verdad dormir oliendo a choto y oyendo los ronquidos de las personas, parecen tenores de roncar, no es muy agradable. Pero eso es una de las esencias de ser peregrino.
Pero no todo son cosas malas, ya que también en la experiencia de caminar y convivir en los albergues conoces a gente peregrina como tú que merece la pena y que con sus actos demuestra que la bondad todavía alberga en los corazones de gente.
Además confirmo este punto, ya que nos vimos obligados a ser ingresados en el hospital clínico de Santiago, estando nosotros en el Monte do Gozo, y dos peregrino en especial Koke y José, demostraron su bondad, haciéndose cargo de nuestras mochilas e informando al albergue de nuestro ingreso. Y no solo eso, sino que cuando volvimos a la 1.30h, ellos dos se encargaron de trasladar nuestros macutos y enseres personales a otra habitación para nosotros solos y así poder descansar tranquilamente. ¡¡Muchas gracias amigos!!
Y lo peor de todo, es que los peregrinos, son sufridores ya que además de andar, (unos más que otros), debes aprender a sufrir los dolores de pies, y a convivir con aquellos que no respetan el silencio para descansar, y aquellos que si pueden te roban cosas para subsistir ellos mejor que tú.
Aún así os aseguro que merece la pena el Camino, ya que es una experiencia inimaginable, y si haces el Camino del Norte, sus parajes no tienen parangón y disfrutas de la naturaleza en todo su esplendor viendo animales como conejos, ardillas y zorros.
Animaos aquellos que tengáis tiempo libre para llevar a cabo la peregrinación.
Como siempre solo he narrado mi Verdad.
Hasta la próxima:
EL ABUELO.

2 comentarios:

mobis dijo...

Gracias por tus palabras. El Camino es maravillo, yo escribo sobre el en la ágina del xacobeo y te invito a que visites mi blog.

El Abuelo dijo...

Gracias a ti Mobis por leer el blog y escribir sobre lo bonito y maravilloso que es El Camino.
Buen Viaje.