martes, 16 de febrero de 2010

¡Todo incluido, vaya paraiso!

Buenos días a todos/as:
amigos/as hoy voy a hablaros del régimen que existe en los hoteles denominado "Todo incluido", que la verdad es que es maravilloso.
El régimen todo incluido es un servicio que los hoteles ofertan a sus clientes en el cual, como la misma definición indica, todo está incluido: desayuno, comida, cena, bebidas sin alcohol y con alcohol de marca nacional; servicios de piscina. En definitiva que salvo excepciones que se pueden considerar como extras, las necesidades básicas de los clientes están cubiertas con un Todo incluido.
El todo incluido comienza desde el mismo momento que haces el check-in, y la/el recepcionista te coloca en la muñeca derecha/izquierda la pulsera indentificativa que lleva el nombre del hotel y la leyenda impresa All Inclusive, (Todo incluido). Desde ese primer momento, ya puedes disfrutar de los servicios contratados, o dicho de otra manera, ya puedes aplacar tu sed con la primera copa o refresco.
Lo primero que hacen el personal del hotel una vez ya te has registrado, es muy amablemente enseñarte la ubicación de tu habitación, llevándote las maletas. Parece una tontería lo de la ubicación, pero les aseguro que en hoteles que son tan grandes como los que ofertan este servicio de todo incluido, es d agradecer que te guíen por los recintos comunes y que además te aporten un mapa para que una vez tu guia se marche, seas capaz de orientarte. Para gente con mala orientación como yo, es de agradecer el detalle del mapa.
Tras deshacer el equipaje, comienzas a explorar el hotel y comienzas a darte cuenta que con todo lo que te ofrecen poco o casi nada vas a salir del hotel, (siempre que ya conozcas el lugar), y lo que vas a hacer es disfrutar de la estancia y descansar disfrutando del buen tiempo que siempre acompaña en las Islas Canarias.
Es natural que cuando contratas un todo incluido, temas que la calidad de los servicios de comida no sean los más correctos, pero he de reconocer que tanto el desayuno, como la comida y la cena n el restaurante nos dejaron más que satisfechos, pero si es cierto que nos llamó la atención que los cocineros del hotel, no supieran informarnos sobre algunos platos que ofertaban, ya que desconocían que pescado era o bien, alegaban que ellos no lo habían cocinado y por ello no podían darnos la información pertinente. Eso la verdad, en un hotel de este calibre no deja muy buena impresión.
La variedad del desayuno, comida y cena en el restaurante no estaba mal, pero quizás abusaban en exceso de las pastas y de la paella, plato sobre todo dirigido al público extranjero, que predominaba sobre todo alemanes e ingleses.
Deficiente el horario de atención, ya que comenzaba el desayuno a las 8.00 y a las 10.00h ya no podías acceder. La comida un tanto de lo mismo, empezaba a las 13h y acababa a las 15h. Ciertamente en un país como España, es justo a las 15h cuando se plantea uno el comenzar a comer. Y la cena empezaba a las 20h y acababa a las 22h.
En cuanto al bar snack de la piscina, indicar que la variedad era en cuanto a tema culinario algo escasa, ya que abusaban de los perritos, hamburguesas y demás parecidos, pero hay que indicar que estaba abierto hasta las 18h y en todo ese tiempo, abría a las 11h podías disfrutar de cualquiera de sus alimentos, en los que no faltaban una gran variedad de fruta.
La verdad es que la estancia se te hace agradable y amena y salvo que sufras mal tiempo y no puedas estar en la piscina, no se plantea uno el salir a hacer turismo fuera del hotel; aunque nosotros salimos solo por curiosidad. Todo lo que quieras lo vas a encontrar en el hotel.
Solo podríamos poner un pero, y es el siguiente, el servicio de relax, (masaje y peluquería), dejaba bastante que desear, ya que además de no estar incluido, algo lógico, lo que ya no parecía normal era que fuese tan caro y que dispusiera de unas instalaciones lamentables además de carecer de personal suficiente.
Finalizo indicando que todas las noches el hotel ofrece un espectáculo en el local que disponen para llevar a cabo discoteca y temas de ocio, y la verdad es que salvo la primera noche que nos gustó el espectáculo, las otras noches era insípido y muy dirigido al mundo anglosajón, mayoritario entre los clientes.
En conclusión amigos/as, recomiendo el régimen de todo incluido, siempre y cuando tu plan de vacaciones sea reposo absoluto para desconectar del estrés y disfrutar de bebidas y comida al alcance de tus manos.
Como siempre solo he tratado de contar mi verdad, que no tiene porque ser compartida, pero que yo expreso para todos mis lectores.
Hasta la próxima:
EL ABUELO.

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