domingo, 28 de septiembre de 2014

Instituto Cervantes; ¡organización decepcionante!

Buenos días a todos/as:
hoy os voy a escribir sobre la gran injusticia que se ha cometido este año con un curso que ha llevado a cabo el Instituto Cervantes. El referido curso es un curso de iniciación para profesores que quieren impartir la lengua española a extranjeros, en definitiva un curso de iniciación E.L.E. Este curso comenzó el pasado febrero y ha finalizado el día 27 de septiembre. El curso en casi toda su modalidad es on-line, pero consta de una semana presencial de clase y otra semana de prácticas tutorizadas en un centro acreditado por el Instituto Cervantes.
La verdad es que los 29 alumnos que nos apuntamos al curso, estábamos encantados de poder disfrutar de él, ya que todo el mundo sabe que los cursos del Instituto Cervantes son unos cursos muy demandados, los cuales a las 2 horas de colgarlos en su página web suelen llenarse y agotarse, esperando a una nueva edición. Pues bien en este caso, el curso de iniciación de E.L.E, que se ofertaba, era un curso en colaboración con la Escuela de Magisterio Villanueva, adscrita a la Universidad Complutense de Madrid; lo que quiere decir que los alumnos o antiguos alumnos de la Villanueva tenía acceso a este curso cuyo montante final asciende a 1400€, precio que también es igual al curso ofertado por Cervantes. Indico este dato, ya que es importante tener en perspectiva que ambos cursos, son iguales, por no decir el mismo curso, ya que lo imparten los mismos profesores.
Pero he aquí el quid de la cuestión, mientras en la página web del Cervantes se asegura que dicho curso consta de un reconocimiento de diligencias por parte del Ministerio de Cultura, Deporte y Ocio; el curso de la Villanueva, siendo idéntico, no tiene dicho reconocimiento. Este dato que parece baladí, cobra importancia, cuando, los alumnos de Villanueva estaban convencidos de dicho reconocimiento, y no se enteraron de que no era así hasta 20 días antes de acabar el curso, o sea, el 5 de septiembre. Al parecer se dieron cuenta de ello debido a que el Cervantes, en contestación de una duda de una alumna de Villanueva, que sí que se enteró de no poseer dicha mención, le envió un mail a esta alumna indicando que por no haber podido cerrar el curso en tiempo marcado por el Ministerio, dicho curso no podía optar a tener ese reconocimiento, pero instaba a la alumna a pedir de forma individual ese reconocimiento al Ministerio aportando su titulación de Magisterio y diversos documentos que acreditaban que estaba realizando este curso.
La mala fortuna para el Cervantes, es que ese mail dirigido a la alumna, que por su parte no fue buena compañera y no avisó a los demás participantes; no le llegó a ésta, sino que le llegó a otra participante que inmediatamente comunicó la noticia al resto, (5 de septiembre), y comenzó la polémica, que poco a poco ha ido alcanzando una dimensión enorme. Los alumnos nada más enterarse de esta noticia se pusieron en contacto con Villanueva para indicar que se sentían engañados por esta polémica, ya que indicar que la persona que vendía el curso en Villanueva, ya fuese por desconocimiento, (algo imperdonable), o por afán de vender el curso, sí que indicaba que el curso constaba de dicho reconocimiento. Más de una persona asegura que fue así, por mucho que la persona al frente de Villanueva que llevaba este curso, indique que en ningún momento se facilitó esa información, porque ni siquiera Villanueva se había planteado la posibilidad de reconocimiento. Algo lamentable, teniendo en cuenta que el curso es de 1400€ y se presupone que la facultad ha de saber y garantizar a sus alumnos que los cursos sean oficiales y con un reconocimiento ministerial, ya que todo el mundo sabe que un título propio, por mucho prestigio que tenga una entidad, sino está respaldado por Ministerio, es papel mojada a efectos laborales.
Inmediatamente el caso adquirió importancia, y 3 alumnos de Villanueva, decidieron que querían hablar con Cervantes para que les explicasen qué ocurría; ya que el Cervantes en su afán de no quedar mal como institución, a los dos días del primer mail, envió un mail general al grupo, indicando que de forma individual podías adquirir ese reconocimiento del ministerio. Lo que el Cervantes no sabía, es que aún así, los alumnos no consideraron lógico que fueran ellos quienes gestionaran dicha petición de reconocimiento, que conlleva gastos extras; y siguieron pidiendo explicaciones a las dos entidades, Villanueva y Cervantes.
Villanueva tras hablar mediante su responsable con el Cervantes, comunicó que el "prestigio" del Cervantes era más que suficiente para que el título sea reconocido a nivel mundial, e incluso, comunicó que el Cervantes no veía problemática en no poseer reconocimiento; y contradijo los dos mails anteriores mandados por ellos, indicando en un último mail, que ni siquiera de manera individual se podría adquirir dicho reconocimiento.
Se pueden imaginar que ante esta nueva tesitura, el grupo se solivianto, pero no todos en la misma manera, ya que muchos alumnos que dependen hoy por hoy de Villanueva o que van a cursar con ellos el próximo año, aceptaron lo del prestigio del Cervantes como válido y dejaron de apoyar la causa. La verdad es que la cohesión del grupo en este incidente ha sido lamentable, ya que solo 5 personas demostraron su indignación hasta el final, los restante 25, desaparecidos del mapa.
Pero los tres portavoces siguieron adelante y al final el pasado 26 de septiembre se reunieron en Alcalá de Henares en sede central del Cervantes, acompañados del responsable de Villanueva, y oyeron de primera mano de la responsable de formación del Cervantes que en ningún momento el curso ofertado a Villanueva estaba contemplado como reconocido por el ministerio; y ante la estupefacción de los portavoces que les enseñaron los mail anteriormente citados, el Cervantes alegó que esos mails no debieron mandarse nunca y que fueron un...¡ERROR! Pero lo mejor de todo fue que aunque la publicidad de Villanueva te remitía a la página web de Cervantes para que te informaras de las asignaturas y de los profes, por lo que es la misma información para todos los que realizan un curso en el Cervantes; nos argumentaron que este no era así, ya que nuestro curso solo estaba dirigido a alumnos de Villanueva y por tanto no había concurso público, de ahí, que por más que, repito es el mismo curso, para Cervantes y Ministerio no lo son, ya que la presencial se ha llevado a cabo en unas instalaciones ajenas al Cervantes.
Vamos para enterarnos todo los cursos que no se hagan en sus instalaciones no pueden tener reconocimiento.
La verdad es que los portavoces no acabaron muy contentos con dicha explicación, ya que 2+2=4 siempre es así, ya sea en Pernambuco, ya sea en Madrid. Vamos que si el curso es el mismo con idénticos profesores y mismas horas, no entendemos que por no hacerlo en territorio Cervantes, dejé de tener validez el reconocimiento.
Al ver que no se bajaban del burro los portavoces, el Cervantes contraatacó indicando que su prestigio es tal que su título propio, es suficiente para currar e incluso pusieron de ejemplo a dos compañeros del curso que ya había encontrado trabajo en EEUU. Curiosamente ambos compañeros pertenecen a la Obra, y uno de ellos trabaja en ella, y todos sabemos lo que ello conlleva.
Cuando se les indicó que una compañera de Italia había tenido problemas con posible ofertas laborales por no constar de reconocimiento ministerial indicaron, que lo dudaban que fuera cierto e incluso dudaron del testimonio de la compañera.
La verdad, me parece lamentable que una institución como es el Instituto Cervantes, dependiente del Ministerio de Exteriores, y que presume de ser el garante de las letras españolas en el mundo con más de 86 institutos repartidos por los lares de Dios, no admita que su organización no es la que todo el mundo cree; y que reconozcan que han cometido un error imperdonable de inscripción, (el primer mail mandado les ha descompuesto; por mucho que lo hayan intentado desacreditar posteriormente), y que dicho error ha conllevado a una situación con 29 alumnos que es inadmisible, ya que recordemos que el curso ha costado 1400 euros por barba.
Y encima, la supuesta entrega de títulos que se iba a llevar a cabo en Alcalá de Henares, ha sido suspendida y los títulos se entregarán de forma individual ya que la directora del curso no quiere correr el riesgo de que en la ceremonia se les recrimine su nefasta actuación. Privan a los alumnos de libertad de expresión, por temor a manchar su reputación inmaculada. ¡LAMENTABLE!
Pero... las desilusiones siempre son así, no te las esperas de aquellos organismos que se vanaglorian de sus actos y que encima tienen una fama muy buena, pero que una vez que entras en la institución te percatas que son como todos, si pueden chupar del bote lo hacen y si hay errores, ¡ya los pagarán otros!
PD: Indicar que el reconocimiento del Ministerio es una diligencia, por la cual los opositores, y los funcionarios, adquieren puntos para cubrir formación continua, y tema de trienios, etc. Solamente pueden aspirar a dicho reconocimiento funcionarios y opositores.
Dicho reconocimiento así explicado, no aparece en su publicidad, sino que la publicidad es equívoca, ya que todo el mundo que lee reconocido por Ministerio de Cultura, Deportes y Ocio, cree que es un reconocimiento a nivel laboral, para que en el extranjero se reconozca dicho título como algo oficial del estado español. Pero según parece este reconocimiento no es así, o por lo menos eso esgrime el Cervantes.
Y yo me pregunto: ¿si tampoco importancia tiene dicho reconocimiento y el propio Cervantes insiste en la importancia del título propio marca Cervantes, por qué publicita ese reconocimiento (absurdo según ellos), en su página web? La verdad es que da que pensar.
Como siempre solo he tratado de contar mi verdad, que en este caso afecta a 29 personas, pero que de ellas solo a 5 les atañe, ya que el resto han sido conformistas y cobardes.
Hasta la próxima:
EL ABUELO.

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