martes, 14 de octubre de 2014

Las tarjetas opacas, ¡no seamos hipócritas!

Buenos días  a todos/as:
llevamos ya un par de semanas oyendo en los telediarios de todas las cadenas el escándalo de las tarjetas black u opacas de Caja Madrid. Todo el mundo a estas alturas ya debe saber que las tarjetas opacas no son llamadas así por su color negro físicamente hablando, sino que son llamadas así, porque el dinero del cual se alimentan dichas tarjetas, no suele estar bajo control administrativo de la Hacienda pública. Estas tarjetas son tarjetas que no solo ha emitido Caja Madrid, más bien son tarjetas que expenden a sus clientes vip las grandes empresas, y que son en un principio tarjetas de representación, que los directivos tienen o deben de hacer uso de ellas para representación pública de su empresa, ya sea en actos de restauración, o por gastos de dietas y viajes por temas laborales. Pero la curiosidad del caso, es que ese dinero que permiten tener extra al mes, a veces no se gasta en su totalidad, y es cuando se acumula en la cuenta, lo que provoca, que ese dinero sea un extra de tu sueldo mensual y claro provoca que puedas gastártelo en lo que uno quiera.
Este hecho en cuestión es el causante que muchas personas de empresas no gasten sus dietas mensuales en aquello para lo que se creó la tarjeta y que por contra, utilicen ese dinero para gastos personales que nada tienen que ver con la actividad laboral que desempeñan. Si bien es cierto que no estamos hablando de los niveles de Caja Madrid. Tenemos que diferenciar que las entidades bancarias como tal, están en el punto de mira, ya que no podemos olvidar que el gobierno español, tuvo que pedir un rescate, que hemos pagado todos los ciudadanos, y que gracias a este esfuerzo, cajas de ahorro y bancos que estaban desahuciados han podido sobrevivir a esta crisis que hoy por hoy todavía arrastramos, por mucho que haya atisbo de mejoría.
En el caso de Caja Madrid, este suceso de las tarjetas opacas, es más sangrante, ya que fue una de las cajas que con ayuda de dicho rescate, se reconvirtió en Bankia, y ha conseguido subsistir. Además en Bankia también se ha añadido el suceso que los consejeros de dicha caja, no son personas anónimas, sino que son personas de carácter público, de la vida de la política española, sean del partido político que sean. De hecho, no hay más que recordar que uno de los responsables de Bankia fue Rodrigo Rato, ex ministro de economía por el partido Popular; el cual es uno de los directivos que ha gastado dinero de las tarjetas, en conceptos más que cuestionables de representación, como son salas de fiesta, y alcohol, pero que en su favor está que ha sido de los únicos que ha devuelto aproximadamente la cantidad que se gastó. En cambio hay otras personalidades, como miembros de UGT, que se han gastado la friolera de más de 400.000€, y además de no devolverlos, se han justificado indicando que en ningún momento sabían que esta práctica no constituía delito, y que por ello no deben justificar su partida de gastos. Incluso se muestran ofendidos por que se les presuponga un acto de fraude en su comportamiento. Lo que si que es ofensivo es que un dirigente de UGT se gaste casi 80 millones de las antiguas pesetas y tenga la cara de decir que no lo ve ni mal ni considera que dicho gasto sea denunciable.
Como he dicho antes, no solo hay personajes de un solo partido, PP, también hay personas del Psoe, de UGT, de La Patronal, y de otras instituciones que en teoría velan por el bien de los trabajadores y de la sociedad laboral, pero que a la hora de la verdad se han preocupado más en vivir en los límites del lujo. Recordemos que se presupone que los gastos de los movimientos de las tarjetas oscilan entre los 15 a 20 millones de euros. Y según los extractos que Bankia está estudiando, no son precisamente gastos de representación corporativa sino más bien gastos de tipo personal como son restaurantes en días no laborables, compras en grandes superficies comerciales y alimentarias, productos de tecnología, salas de fiesta, masajes, safaris, retirada de dinero en efectivo...etc.
La verdad es que es vergonzosa la situación, pero mucho nos tememos que no solo sea un caso puntual de Caja Madrid, más bien sabemos que muchas otras entidades y grandes empresas utilizan dichas tarjetas opacas, pero la casualidad ha sido que se ha destapado el asunto de Caja Madrid; pero seguro que muchas otras entidades se han visto con el agua al cuello y estarán regulando un código para el uso adecuado de dichas tarjetas. Y es que no hay que ser hipócritas y asustarnos y llevarnos las manos a la cabeza, ya que esta practica se lleva llevando en España desde años atrás, pero la diferencia a día de hoy, es que mientras hace 15 años España estaba boyante y nadábamos en dinero, ahora, la crisis ha provocado que la gente no haga la vista gorda como se hacía y por ello denunciamos más y más actos fraudulentos que antes los veíamos como algo "normal", ya que económicamente no nos afectaba como sí lo hace ahora.
Señores/as, dejemos de ser  tremendistas y de buscar siempre las culpas en los políticos y en los empresarios, y seamos sinceros con nosotros, y denunciemos a todos los defraudadores por pequeños que estos sean, y sobre todo... ¡no nos engañemos a nosotros mismos!, ya que si bien no podemos decir que no conozcamos a nadie que utilice dichas tarjetas, o que incluso nosotros en algún momento de nuestra vida laboral, hayamos sido usuarios, ya sea directamente o indirectamente, (comidas de empresa pagadas por colegas, en horarios no laborales), de dichas tarjetas.
La picaresca siempre existirá, y más en nuestro país, y no le quepa la menor duda, que si bien el tema de las tarjetas opacas serán controladas, ya surgirá un nuevo tipo de fraude, que ayude a que lo que vamos a regular, sea violado por otros directivos, que seguirán riéndose de la sociedad trabajadora; pero es que este hecho ha sido así desde la Edad Media, recuerden El Lazarillo de Tormes, donde la picaresca española es su protagonista en estado puro.
Como siempre he tratado de contar una verdad que es sangrante, pero que está ahí y que por mucho que nos quejemos, siempre existirá, ya que en nuestra naturaleza está la picaresca.
Hasta  la próxima:
EL ABUELO.

No hay comentarios: