lunes, 13 de diciembre de 2010

Casarte, complicaciones II

Buenos días a todos/as:
como comenté ayer, hoy vamos a continuar desgranando las complicaciones que lleva el tomar la decisión de casarse, ya que una vez que has superado los temas burocráticos que indudablemente son los más complejos en tu camino al altar, y cuando te confías y crees que ya nada te va a costar, surge el tema de la celebración de la boda. Lo primero que hay que hacer, parece sencillo pero no lo es, es ponerte de acuerdo con tu pareja en que estilo de boda deseas para ambos, si la típica boda convencional, donde los invitados son una inmensa mayoría por antiguos compromisos adquiridos, o si por contra, te arriegas a desafiar a la sociedad y solo invitas a aquellos que sabes que van a compartir la felicidad que tanto tú como tu esposa sentís. Pero claro, tomar esta decisión valiente, conlleva que haya mucha gente que te censure, ya que piensan que al igual que tú has sido invitado a bodas de gente que apenas conocías, tú debes corresponderles con la invitación a tu enlace matrimonial.
Sinceramente, creo que cada pareja ha de pensar en ellos, ya que ese día es para ellos, y deben hacer lo que creen que será lo mejor para dicha efemérides.
Una vez que ya has hablado con tu pareja y has llegado a un acuerdo sobre como y a quienes vas a invitar a tu boda, hay que movilizarse para visitar los lugares que te ofertan una celebración que nunca vas a olvidar. Para ello comienzas a visitar en la Red cientos de locales, más o menos famosos, ya que se dedican en exclusiva a celebraciones, pero claro cuando les comentas que la boda que has planeado apenas llega al medio centenar de invitados, la cosa se complica, ya que parece ser que haya un acuerdo tácito entre todos estos locales, para exigirte un mínimo de invitados para que se molesten en ser profesionales y llevar a buen puerto la celebración de tu matrimonio, que no hay que olvidar que por muy modesto que sea, (en cuanto a invitados), es símbolo de la alegría de dos personas que van a emparejarse de por vida.
Efectivamente, cuando estás harto de ver que las cosas se complican, aparece un sitio, que son hábiles y aunque tu boda no es grande acceden a celebrarla.
De momento, hasta aquí podemos hablar de los preparativos, que más adelante ampliaré con Casarte, complicaciones III; que versará sobre las invitaciones, la disponibilidad de las mesas y los preparativos del viaje de novios.
Hasta la próxima:
EL ABUELO.

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