miércoles, 4 de febrero de 2009

Puertas abiertas, ¡cuánta hipocresia!

Buenas tardes a todos/as:
hoy voy a hablaros de lo que muchas empresas llevan a cabo ultimamente en su trabajo, son las llamadas jornadas de puertas abiertas. Las jornadas de puertas abiertas son jornadas en días laborales en los que cualquier persona puede sin temos entrar en la empresa y conocer en primera persona cómo es dicha empresa, cómo se trabaja en ella, y cómo está estructurada la empresa en cuestión.
Las jornadas abiertas para los empleados, no son tan agradables, ya que en dichas jornadas, la empresa te exige que tienes que mostrar tu mejor cara y claro tu trabajo diario no es el mismo, ya que quieras o no, la capacidad de concentración es menor; por eso en dichos días la carga de trabajo es menor, pero que tienes que recuerar en los días posteriores.
En el caso de los colegios, el día de puertas abiertas, es un infierno, ya que lo primero que te ocurre es que tu programación se ve alterada, ya que la dirección exige que dicho día, no se imparta materia, sino que elaboremos un día lúdico, en el cual los niños estén entretenidos y así de esta forma la impresión que dan es que son niños modelos.
Ciertamente hay que reconocer que dicho día los niños están nerviosos porque son los primeros que quieren ver a sus padres, y se descentran en cuanto los ven, de ahí que no sea tan mala idea hacer juegos, pero lo que no puede ser es que nos hagan fingir que casi todos los días son así.
Vamos a ver señores/as, es lógico que la empresa quiera dar una buena imagen ese día, empezando desde los profesores a todo el ámbito escolar, la limpieza se duplica, los autobúses se limpian...etc. Pero de hay a pensar que los padres son tontos, media un abismo.
Seamos sinceros, las jornadas de puertas abiertas es un día donde la hipocresia abunda en abundancia, pero somos los primeros actores que nos interesa ser así, ya que no olvidemos que dichos padres son aquellos clientes que nos pagan nuestros sueldos, ya que gracias a los beneficios que nos aportan, los jefes pueden pagarnos nuestros sueldos.
Lo que si que es indignante es que los padres de nuestros alumnos no son conscientes que el día de puertas abiertas es para que ellos conozcan las aulas de sus hijos y las instalaciones del centro, pero que en ningún momento tienen potestad para interrumpir las clases que presencien, o ayudar a sus hijos cuando les preguntamos. No olviden, que nosotros somos profesionales que nos dedicamos a enseñar y sabemos como hacerlo. Es de cabeza y lógica que nadie debe decirle a unos profesionales como hacer su trabajo y mucho menos en el centro de los trabajadores. Pero esto hemos de acahacarlo al poco prestigio que se nos da a los profesores y a la poca educación de algunos padres que se creen que por pagar tienen derecho a hacer lo que les plazca.
Lo malo es que los jefes después no se comportan tan comprensivamente y nos exigen que la programación se dé en los plazos establecidos, sin tener en cuenta que entre puertas abiertas, y actos festivos que no estaban programados en principio perdemos muchos días que no se pueden recuperar. Pero... así son los negocios, y es que no hemos de olvidar que un colegio es en el fondo una empresa y como tal, busca beneficios.
En definitva que las jornadas de puertas abiertas son un engorro necesario en muchas empresas pero que sinceramente en el colegio no creo que sean necesarias, ya que cuando un padre accede a meter a un hijo en el centro se supone que conoce el ideario del centro y que está de acuerdo con él y confia en que su hijo estará en las mejores manos.
Espero que este articulo no ofenda a nadie, ya que sólo pretendo plasmar mi Gran Verdad.
Hasta la próxima,
EL ABUELO.

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