viernes, 31 de octubre de 2008

Puntos negros; ¿mal asfalto y señalización?.

Buenos días a todos/as:
en el día de hoy voy a hablaros sobre los tan cacareados y nombrados ultimamente puntos negros de las carreteras españolas.
Es cierto que en España, en las carreteras hay cientos de puntos negros, llamados así por su alto índice de mortandad, pero también es verdad que deberíamos analizar el motivo de porque son denominados así estos lugares específicos.
La verdad es que los conductores españoles no es que pequemos de ir despacio precisamente, sino más bien todo lo contrario, somos un país en el que la velocidad nos gusta más que a un tonto un caramelo. De hecho la mayoría de los accidentes en España son provocados por un exceso de velocidad a la hora de circular. Sí es verdad, que los coches de hoy en día son cada vez más seguros y que además cada modelo tiene unos caballos y una potencia que nos inducen a correr. Pero ahí radica el error, creemos que porque los coches actuales son cada vez más seguros, podemos exprimirlos más y demostrar a los demás que si llevas un buen coche no te puede pasar nada.
Y señores/as, no nos equivoquemos, la mayoría de los conductores confíamos en exceso en nuestras capacidades y en la seguridad del modelo de vehículo que poseemos y no nos damos cuenta que vayas en el tipo de coche que vayas, si te la das a 120km/h, lo más lógico y desgraciado que pase es que mueras debido a la colisión.
Los conductores achacamos en más de una ocasión la culpa al asfalto, a las malas señalizaciones, ojo que no digo que no sea cierto, que haberlas haylas, pero... son excusas burdas para justificar las infracciones que cometemos todos cuando nos ponemos en marcha en nuestro coche.
Particularmente estoy de acuerdo que en muchos sitios los puntos negros se generan por la mala conservación del pavimento, pero también es verdad que a veces somos nosotros quien creamos un punto negro, ya que estando señalizado la velocidad a 80 por hora, nosotros cogemos eses tramo a 120 por hora, ya que vemos que no hay peligro aparente. Pero... ¡zas!, a la hora de la verdad, leche que nos damos.
Llevo cerca de 13 años de carnet de conducir y puedo decir que he viajado bastante por España, y es cierto que hay carreteras que son infumables, pero es curioso que justo en estas carreteras sea donde la gente vaya más "tirada", ya que apenas hay presencia policial. Quién no ha exclamado más de una vez: "pocas cosas pasan para lo que se ve por carretera". Cientos y cientos de veces lo hemos pensado, pero no caemos en la cuenta que no es por mala señalización, o pavimento defectuoso, (algunas si), sino porque somos imprudentes a la hora de pensar en nosotros y en los demás conductores.
Y otro factor importante que hay que destacar es el alcohol. Ese gran amigo de las comidas de negocios, que siempre aparece en forma de vino, y que curiosamente lo consumen en demasía las personas pudientes (son lo que cierran los negocios), en dichas comidas, provocando que su estado no sea el adecuado para conducir, pero como ellos tienen A6, A8, BMW y Mercedes, piensan: "mi coche es seguro y no me pasará nada". Pero... ¿qué es de aquellos con los que colisionas que no poseen esa gama de coches?; pues que son los que se llevan la peor parte; pero..., ¡que se jodan por no tener buenos coches! La realidad es que somos egoístas y creemos siempre que los demás no tienen porque tener nuestra misma suerte. Cierto que también hay un índice exagerados de gente joven que bebe y luego comete la imprudencia de conducir, pero en esta franja de edad, la policia hace más hincapíe en los controles, que por contra en la edad de 40 a 60, obvian en muchos casos.
Señores/as, si que existen los puntos negros, pero no será acaso ¿qué somos nosotros mismos los puntos negros?. Ciertamente yo pienso que sí. Por eso me hace gracia que haya famosos que se hayan adherido a la campaña de Antena 3 y Onda cero, ya que dichos famosos poseen coches de gama deportiva alta Ferraris y Porches, y seguro que como buenos conductores no sobrepasan los límites establecidos por la ley. (La hipocresía siempre haciéndose notar).
Dejémonos de falsedades y de autocomplacencia y asumamos que la realidad es que no sabemos conducir tan bien como creemos y que somos agoístas al volante y pensamos en nosotros sin tener en cuenta que otros conductores que si respetan las normas suelen ser los perjudicados.
Como siempre solo pretendo contar mi verdad, que no tiene porque ser compartida por los demás, pero que espero que sirva para reflexionar al menos a alguien.
Hasta la próxima;
EL ABUELO.

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