Buenos días a todos/as:
hoy en mi primer escrito del año 2008; voy a continuar con el tema de los excesos, pero ya no culinarios, los cuales dejé bien claro y seguro que todos hemos llevado a cabo alguno que otro, hoy voy a hablar de los excesos económicos, que aunque estos no son tan gratificantes; los llevamos a cabo casi con la misma alegría.
El gobierno ha calculado que este año cada español ha gastado una media de 300 euros en el periodo de Navidad; 100 menos que el año pasado; pero aún así resulta curioso con que buen agrado y a veces hasta casi inconscientemente somos capaces de gastar dinero.
Efectivamente en Navidad, las personas somos embargadas por el llamdo espiritu navideño, (hipocresia deberíamos llamarlo); y pensamos que tenemos que ser mejores personas y no se nos ocurre nada mejor para ello que llevar a cabo gastos que en cualquier otra época del año no se nos ocurriría llevar a cabo; me refiero a esas cenas de empresa, que todo el mundo sabemos que no nos apetecen una mierda, pero que te ves obligado a asistir, ya que sino puede ser que estes marcado y luego tu jefe te eche en cara que no acudiste y que no le pareció bien. Ante este dilema acabas decidiendo ir a esa cena pero lo más curioso, es que aunque se supone que es una cena de empresa, tú eres quien paga tu cubierto, que con facilidad no baja de los 60 euros.
Y este gasto sin llegar a ser todavía 22 de diciembre que es cuando oficialmente comienza la Navidad.
Pero amigos/as, los gastos comienzan desde mucho antes, ya que a principios de diciembre, comienzan la fiebre de la Loteria de Navidad. Si señores, la famosa loteria que antes anunciaba El Calvo, pero que ahora por desgracia no. Esa loteria, nos cuesta la friolera de 20 euros el decimo; que no parece mucho por el premio que puedes ganar, pero es que resulta que al final nunca tienes un solo decimo, sino que acabas comprando una media de 100 euros, ya que a veces compramos decimos que no deseamos, pero que lo hacemos ya que nos da miedo que toque y no seamos los agraciados; me refiero a los decimos de empresa. ¿Quién no conoce a alguien que solo lo compra por no ser el pringao que se quede sin premio?. Es verdad, que te sentaría fatal no ser el agraciado en ese caso, pero a veces hay que ser sensato y ver si ese número te gusta o no.
Bien ya vemos que si sumamos 60 de la cena más 100 de la lotería llevamos 160 euros y no hemos llegado al día 22.
A partir del día 22 comienza el gast por excelencia; ya que nos da la neura de comprar regalos a aquellos que creemos que son nuestros amigos y que se merecen un detalle. Efectivamente estaría de acuerdo, siempre y cuando comprasemos detalles, pero es que a la hora de la verdad, esos detalles se convierten en gastos enormes. Hagamos una media de unos 110 euros en regalos. Ya tenemos un gasto de 270 euros.
A este exceso hay que sumar la cena y la comida de Nochebuena y Navidad. Si colaboras en la casa aportando dinero para el marisco, jamón, coredero...etc; se te van cerda de otros 60 euros. Sumamos 270 más 60 y nos da ya 330 euros.
Y con esto parece que se acaban ya los gastos, pero es que resulta que si eres de los que piensa que hay que salir a celebrar el Fin de año o Año nuevo (como quieran llamarlo), resulta que hay que ir a una fiesta; y esa fiesta no es gratis, sino que de 50 euros no baja ninguna, a no ser que la organices tú en tu casa. Total 380 euros.
Efectivamente vemos que el mes de diciembre se convierte en un sao con un agujero, que todo lo que entra acaba saliendo.
Y ya empieza enero y 2008 y cuando crees que tu bolsillo va a descansar, aparece el día De Reyes. Otro día que aunque ya has dado regalos, siempre tienes un pequeño detalle, cerca de 20 euros; y por supuesto, el tradicional Roscón, que resulta que las pastelerias, lo cobran a media de 14 euros roscón. Vemos que hay que sumarle 34 uros más; total 414 euros.
Y todo ello sieno estimacíón, ya que no cuento ni las salidas de juerga, ni los imprevistos que siempre pueden surgir.
Y aunque somos conscientes de estos gastos y lo que va a provocar (que el mes de febrero vayamos jodidos), no nos privamos de llevarlos a cabo, ya que pensamos ¡qué coño, estamos en Navidad!. Por eso pienso que a veces los seres humanos somos más irracionales que los animales, ya que éstos solo llevan a cabo las acciones que le ayuden a supervivir.
Buenos amigos os deseo que el año 2008 venga cargado de buenas acciones y que seamos conscientes que nuestras limitaciones están presentes.
Como siempre no trato de convencer, sino de contar "mi verdad". Hasta la próximä:
EL ABUELO.
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