Buenos días a todos/as:
en el escrito de hoy voy a hablar de un tema del cual tengo una gran experiencia: los alumnos de intercambio.
Los alumnos de intercambio como su propio nombre indica, son aquellos alumnos que siendo extranjeros, deciden por los motivos que sean, que quieren estudiar un curso o parte de uno en un país diferente al suyo; algo parecido a la Beca Erasmus; pero no es igual, en este caso el país elegido es España.
En mi caso, en mi casa, recibimos alumnos de todas las nacionalidades, que vienen con ilusión por aprender un idioma; o eso es lo que venden, porque luego a la hora de la verdad, lo que hacen estos alumnos (inmensa mayoría), es pasarselo teta y hacer las cosas que en sus respectivos países no pueden llevar a cabo, ya sea porque sus leyes no se lo permiten, o por que aquí sin miedo a que les reconozcan, se deshiniben y hacen todo aquello que en su casa no pueden.
Lo primetro que me gustaría destacar es que según su nacionalidad, vemos que los alumnos son más cultos y respetuosos que otros. Por ejemplo; los alumnos americanos, son los que vienen en un principio con unos aires de grandeza, pensando que España, somos un país del tercer mundo, ya que vienen con la idea de que aquí no tenemos tecnología, y por supuesto que nos dedicamos todos a torear y a bailar (no es un tópico, lo llevo viviendo durante más de 4 años); y lo peor de todo es que hasta que no llevan aquí un par de meses, no admiten su error.
Lo más llamativo de los americanos es su prepotencia, ya que ellos creen que porque una señora se dedique a acogerlos en su casa, ésta ha de ser su asistenta o algo por el estilo. Pero tranquilos, pronto me encargo de recordarles que aquí cada uno tiene su lugar y que ellos no son nada más que unos niñatos ignorantes que vienen a curtirse y a empapar cerca de 2000 años de historia grandiosa, no los apenas 200 años de la suya. Y aquí en este apartado es cuando comienzo a darles cera y a bajarles de su nube, ya que cuando hablan todo orgullosos de su nación, pronto les recuerdo que NOSOTROS, fuimos los que les colonizamos y les dimos la base para que hayan llegado a ser quienes son ahora. (También hay que reconocer que ahora ellos son los números uno, pero eso a ellos no se les indica, jajajaja). Al principio intentan rebatir que los españoles les descubrimos, pero pronto ante las evidencias históricas, que ¡¡¡manda huevos!!! algunos no concen, se rinden.
Esa es la primera lección.
Cuando creen que ya no hay más, les tocamos el tema de porque han venido a estudiar a España; es curioso, ya que salvo 2 que fueron sinceros y dijeron que era por la diversión, todos juran que es porque quieren aprender el idimoa. Pero el tiempo que es magnanimo con todos pone a cada uno en su lugar y acaba demostrándoles que vienen aquí a beber como cerdos y a disfrutar de la vida, cosa que paradójicamente allí (país de la libertad), no pueden hacer.
Esa es la segunda lección.
Al final de su estancia entre nosotros, acaban ¡¡¡lo que llega a cambiar uno!!!, diciendo que no quieren irse y que cuando acaben sus estudios, van a intentar vivir en España, ya que descubren que la calidad de vida de nuestro país es única.
Tercera y última lección. Vivir en España es un priviegio.
Los alumnos franceses, son mucho más cultos, y bastante más educados, pero comparten con los americanos su prepotencia. Lo malo en este caso es que la rivalidad histórica con nosotros es mayor y esto provoca que su implicación con nosotros sean diferente.
En cuanto al comportamiento destacar solo, que son más atrevidos que los americanos, ya que inclusdo alguna (que por cierto se llevo un rapapolvo y la vergüenza encima), son capaces de acostarse con alguien en la casa. Vamos que el respeto a la anfitriona brilla por su ausencia.
Los franceses van más al tema académico y apenas interaccionan con los miembros de la casa, pero cuando lo hacen son muy corteses y aunque chocamos en temas históricos, suelen saber hablar y diaolgar.
Destacar que cuando hay un alumno frances que convivie con otro de otra nacionalidad, ¡¡¡siempre!!!, acaba siendo comentado la antipatía que provoca los franceses a nive mundial. Me atrevo a decir que son el país más odiado del mundo. Y es que... ¡¡¡algo tendrán que no congenian con nadie!!!
Los alumnos británicos por contra son muy educados, y muy atentos ellos, ya que son de los pocos que obsequian a los anfitriones con un pequeño detalle al comienzo y al final de su estancia.
Aunque también con ellos tenemos cierta rivalidad histórica, he de reconocer que son los alumnos que más interes muestran en el idioma y en nuestras conductas, llegando incluso (los menos), a conseguir que les cojas aprecio y hasta convivas con ellos a gusto.
En el tema académico, son los alumnos que más les cuesta hablar y coger el idioma; pero son los más voluntariosos.
Ciertamente he de admitir que los ingleses me han sorprendido gratamente y son de los alunmos que más me gusta que vengan.
Para acabar voy a hablar de los alumnos de los países del este. Sona alumnos que de aplicados, llega a ser casi enfermizos, ya que se toman el tema demasiado en serio, llegando a afectarles anímicamente; sus objetivos son aprovechar esta oportunidad que se les brinda. Por norma general suelen aprender el idioma muy pronto, pero siempre hay excepciones, (una polaca), que a la pobre le costó mucho, pero que de solo saber decir gracias y poca cosa más en tres meses paso a entender casi todo y ha hablar relativamente bien. (Ánimo, sigue estudiando y dentro de poco en Sevilla me hablarás en español).
Conclusión, los alumnos de intercambio, por norma general no aprovechan su oportunidad y solo unos pocos son listos.
Pero lo importante es que su percepción de España cambia al convivir aquí, y por algo será que todos acaban deseando volver para vivir aquí.
Como siempre no quiero convencer, solo cuento mi verdad. Hasta la próxima:
El ABUELO.
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1 comentario:
:))))) Gracias abuelo!
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