viernes, 13 de abril de 2007

Animales o humanos; yo lo tengo claro.

Buenas tardes a todos/as:
como cada viernes aquí va mi comentario de esta semana:
Amigos/as de Las Grandes Verdades, hoy voy a intentar explicar porque opino que los animales son mucho mejores que nosotros y por supuesto su compañía es mejor que la de nuestros congéneres.
Los animales son seres vivos que gracias a Dios, no han sido capaces de desarrollar el raciocinio, y por ello son puros y no se dejan influir por nuestras nefastas DEPENDENCIAS, de por todos ya conocidas.
Puede chocaros que diga que lo mejor que les ha pasado a los animales es que no hayan desarrollado el raciocinio, pero la verdad es que eso que tanto vanagloriamos nosotros y que alardeamos de poseerlo, esa cualidad es la que provoca que los seres humanos no poseamos ya inocencia, sino todo lo contrario, cada día que pasa más me reafirmo que los hombres somos seres que solo vivimos pensando en nosotros mismos y que la mayor cualidad que nos destaca es el: EGOISMO.
Los animales en contraposición a nosotros viven siguiendo sus instintos, y la verdad, no les debe ir muy mal, ya que entre todo el Reino animal existe una jerarquía que lleva siendo inquebrantable a lo largo del ciclo vital llamado vida. Sólo hay un peligro para esta jerarquía: El HOMBRE.
Los animales viven sin preocupaciones y lo mejor de todo es que los animales son como son por su indisioncrasia, no porque tengan que fingir algo, como desgraciadamente hacemos los humanos, unos más que otros, pero todos al fin y al cabo.
Los humanos tenemos la capacidad de adaptarnos al entorno que nos rodea, pero ¿es esa capacidad loable?; sinceramente no lo creo, ya que nos adaptamos no por circunstancias ineludibles, sino que lo hacemos porque esa adaptación nos va a proporcionar un beneficio, ya sea del tipo que sea. Esa adaptación nunca es por un bien común.
Los animales en cambio se adaptan porque no tienen más remedio, ya que paradójicamente el animal más ¿inteligente?, (nosotros), nos encargamos cada día en acabar con nuestro mundo. Somos seres autodestructivos.
Mención a parte los sentimientos que poseemos. Según expertos, los animales no constan de sentimientos, ya que no son capaces de racionalizarlos. Sinceramente discrepo, ya que es verdad que ellos no racionalizan, pero si de algo estoy seguro es que ellos sienten de manera pura y sincera (aunque estos adjetivos no se les puedan aplicar), nosotros de puros nada, ya que estamos corrompidos.
El mejor ejemplo es de los animales domésticos. Sin ir más lejos, el perro, llamado no sin razón el mejor amigo del hombre. Estos animales son seres que cada día nos enseñan algo. Yo particularmente admiro cada día más a mi perro, ya que me demuestra que por muchas putadas que le haga (algunos las habéis visto), siempre está ahí para darme su cariño. Algunos dicen que al depender de mi…, pero os aseguro que los perros te siguen a donde vayas sin planteárselo y mucho menos juzgarte. Solo te siguen porque eres esa persona que les hace ser ellos mismos, eres la razón de que muevan el rabo alegremente, de saludarte cada vez que te ven como si fuera la primera vez, aunque no hace ni dos minutos que te has ido. Son un ejemplo a seguir en la pureza de sus sentimientos.
Señores/as esto si es lealtad y pureza de sentimientos. Ellos están ahí porque te consideran parte de ellos. Nosotros en cambio, repartimos nuestros sentimientos según si este reparto nos va a beneficiar o no. Un ejemplo doloroso es la pareja. Damos todo nuestro cariño, pero no puro, sino que lo damos porque sabemos que nos va a aportar algo beneficioso. En el momento en el que presumimos que lo que vamos a recibir no es lo que esperábamos, decidimos restringir los sentimientos y… ¡a otra cosa mariposa!
¿Cuándo habéis visto vosotros que un perro abandone a su amo? Ni siquiera lo abandonan cuando son maltratados, sino recordad al mal nacido (no se le puede catalogar de otra manera), de Galicia que mató a su perro a palos, cuando éste estaba encadenado. El perro de noble que era, ni le mordió. Yo particularmente a ese hombre lo echaría a un foso y a cubrirlo con tierra.
Un caso aparte es la Nobleza, los perros jamás en la vida muerden la mano que les da de comer, nosotros tan pronto hoy estamos encantados con quien nos rodea, como de repente les despreciamos y pasamos de ellos. Somos desagradecidos y nuestro egoísmo nos impide ver las cosas buenas.
Concluyo aseverando que si los hombres tuviéramos una mínima parte de la pureza de los animales, todos seríamos felices y por descontado el mundo sería mejor. Los niños es lo más parecido a esa pureza de los animales.
¿Animales u hombres?... cada uno que haga su elección. Yo… ¡YA LA HICE!
Un saludo El Abuelo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Hola Abuelo!

Antes de nada, pedir perdón por un mes sin dar señales de vida por aquí, lo que me obliga a ponerme al día con tantos comentarios.

Y pasando al meollo del asunto, simplemente afirmar que yo ya hice mi elección entre animales y hombres y creo que es parecida a la tuya, Abuelo. Mis razones son algunas compartidas contigo (los sentimientos animales al ser menos desarrollados e influenciados por la razón son más puros e inocentes) y otras de cosecha propia, como la falta de complicación. Un animal funciona de forma simple emotivamente, y si hay algo que todos echamos de menos en nuestra vida es que las cosas fueran un poco más sencillas.

La contrapartida existe, desde luego: un animal nunca podrá llenar el hueco que debe ocupar una persona, y no le puedes exigir determinadas cosas que por naturaleza está incapacitado para darte, pero que todo ser humano necesita en su relación con el mundo.

Conclusiones: un par. La primera es una solución de compromiso, que consistiría en intentar imitar a los animales en cómo sienten, y asumir que no somos tan superiores, sino que simplemente tenemos herramientas mucho más potentes para sobrevivir, pero que nos han hecho creer que somos diferentes y únicos (no es cierto: nuestros componentes bioquímicos, reacciones y funcionamiento son iguales o tienen las mismas bases).
La segunda es que debemos distinguir entre seres humanos y personas, diferenciación de la que mucho se ha escrito, más se ha hablado, y con la que todos estaremos de acuerdo de una u otra manera, así que dejo la idea sin pulir.

¡Hasta pronto!