viernes, 16 de febrero de 2007

Las Mujeres.

Buenas noches amigos/as:
hoy voy a seguir con la línea de artículos que he estado escribiendo y os he mandado gustosamente, algunos me han dicho que son buenos y de una gran veracidad, otros me habeís dicho que están cargados de dolor y que no son objetivos. Realmente creo que, efectivamente están llenos de dolor, pero si que son objetivos, de he hecho se ajustan a la cruda realidad.
A continuación voy a tratar de definir a las mujeres, procurando no herir la sensibilidad de ellas, ya que he de recordar que muchas de las personas que recibís mis mails, soís del sexo femenino. Y además amigas mias, sí, amigas. Ya dejé claro que si es posible la amistad entre hombre y mujer, me remito al escrito llamado La Amistad.
La mujer, curiosa criatura ella, según la biblia es la acompañante del hombre, Dios la creo para que el hombre no se sintiese solo en el jardín del Edén, y así poder compartir con ella la gracia de la vida. Dios creo en ese momento a un ser maravilloso, paro a la vez contradicctorio para nosotros los hombres, curiosamente los destinados a ser su compañero. La cuestión es que hoy por hoy debemos agradecerle su regalo, pero seguimos tan confusos como en el principio.
Confusos, os preguntareís, por qué. Estamos confusos, porque a pesar de llevar millones de años conviviendo con ellasd, hoy en día todavía seguimos sin poder !!!entenderlas¡¡¡¡; y no porque seamos estúpidos y nuestra capacidad intelectual nos lo impida (si ya sé que algunas si lo pensaís), sino porque a la par que los años han ido transcurriendo, la difucultad de entenderlas ha ido también en aumeto.
Muchos hombres se preguntan siempre, que Dios cuando creo a la mujer se olvido de darle al hombre el manual de instrucciones para poder comprenderlas. Personalmente no estoy de acuerdo en ello, ya que la mujer no es un electrodoméstico que funcione de una determinada manera y ya está. No, la mujer es una persona, y como todas tienen un carácter y una manera de reaccionar en las situaciones que son diferentes según las condiciones que la rodeen.
Ahora bien es cierto que la mujer complica mucho el entendimiento entre nosotros y ellas, ya que todos/as, sabeís que en el momento que una mujer y un hombre están juntos, ella deja de ser comprensible y empieza a dar por sentado que el chico, compañero, la conoce tanto que es capaz de entender lo que quiere decir con solo una palabra o un gesto. ¡¡¡Y eso damas y caballeros¡¡¡, no es POSIBLE, ya que la mujer cuando está con un chico cambia tanto que a veces dice lo contrario de lo que desea. ¿Quién no ha vivido la situación siguiente?; una chica queda con su novio y le pregunta que qué van a hacer; en ese momento el chico propone ir al cine a ver una película, ella parece ser que por la cara de desilusión que pone no es partidaria, entonces el chico le pregunta ¿estás de acuerdo?. Ella contesta: "si claro, cuando me digas estoy lista". La cita continua como se imaginan y cuando acaba la película surge el estallido. Ella se muestra fria y borde. El chico todo asombrado le pregunta que qué es lo que ocurre; ella por supuesto le contesta que parece mentira que no lo sepa, resulta que no quería haber ido al cine, sino a bailar o hacer otra cosa. Él le dice que porqué no se lo dijo en vez de asentir cuando se lo propuso; ella dándose de ofendida, le contesta que si no sabía que no quería ir al cine es que no la conoce. El chico alucina y se enfada, con razón. Ella entonces decide que "se tiene que ir a casa ya que mañana tiene cosas que hacer". Evidentemente el chico la lleva casa, pero la noche acaba mal, ya que la pareja ha discutido. Y mañana será otro día.
Lo curioso es que esa discusión podría haberse evitado, si desde un principio la chica, hubiese dicho,: no quiero ir al cine, prefiero hacer otra cosa, ¿te importa?. Solo con esta contestación se hubiese ahorrado una buena discusión, pero claro; ellas creen que los hombres tenemos la capacidad de saber que es lo que quieren. Curioso, ¿verdad?. ¿Cómo vamos a saber qués es lo que quieren ellas, si ellas mismas no saben lo que quieren?.
Otro punto de inexplicabilidad para el hombre es cuando una mujer le pide que le acompañe a realizar compras. Es un momento que todo hombre tememos; me explico. La mujer por su Naturaleza, es mucho más paciente y dispersas a la hora de comprar. Ellas van con la idea no de comprar, no, sino con la idea de ver que le puede ofrecer la tienda en cuestión. Y en este punto es en el que chocamos los hombres; ya que nosotros vamos a una tienda con una idea predeterminada y con vistas en comprar lo primero que nos guste y nos quede bien.
Lo más curioso, es que aunque sabemos que el proceso de ir de compras nos va a traer problemas, aceptamos a acompañarlas, ya que una negativa implica que haya enfado y a que se te considere un egoísta ya que nunca la acompañas. Este proceso tiene una serie de pasos.
A) La primera hora de tiendas es bastante agradable, ¡sí, han leído bien, es agradable!. De hecho he de reconocer que la primera hora es bastante bonita, ya que das tu opinión y ella la acepta encantada y los dos pareceís que estaís más unidos que nunca. Es el momento de saber cuando retirarte,... pero no lo haces; comienzan entonces los problemas.
B) La segunad hora de compras, el chico comienza a impacientarse, mientras ella sigue como si nada viendo trapos y cosas, ¡¡¡¡impresionante la capacidad de dispersión que poseen y de indecisión!!!. La chica comienza a preguntar entonces qué si te gusta esto, qué si le queda bien, qué si... Indudablemnte, ello conlleva a que te vayas quemando y que tu humor y paciencia ¡¡¡santa ella!!!, disminuya paulatinamente. Cuando a la trigesimo cuarta pregunta dices con tono un poco "borde", te tiene que gustar a ti, llevas más de 2 horas y no te decides", estalla la tormenta. Ella curiosamente ofendida, te dice que si vas a estar así, mejor que no la hubieses acompañado, ya que mejor lo hubiera hecho sola. O lo más gracioso, que podría estar con una amiga que ella si que la ayudaría. En esos momentos tú piensas, "ojalá hubieses venido con ella y no conmigo", "su hubieses decidido hace una hora estaríamos contentos y felices". Claro a ti no se te ocurre otra cosa que decirle, que tú en una hora ya hubieras comprado lo que deseas. Ella entonces, en vez de darse cuenta que llevamos ya 2 horas, te mira y dice, "es lo de siempre, vosotros solo vaís a lo vuestro, pero bien que luego quereís que estemos guapas". A lo cual uno no deja de pensar, me da igual lo que te pongas, solo quiero estar contigo, por como eres; aunque en estos momentos preferiría estar esperando a que llegases.
Naturalmente ella te invita a irte, que no le haces falta. En ese instante tu corazón te dice "escapa, es la tuya", pero no, tu cabeza interviene y dice: "ni se te ocurra irte, sino ya sabes que esta noche hay bronca fijo". Indudablemente acabas cediendo a la cabeza y aunque a regañadientes, te quedas con ella y procuras poner buena cara y no incrementar más el cabreo. C) Comienza la tercera hora, ¡¡¡¡cómo es posible que todavía no haya comprado algo!!!!, acaso es que es lo hace aposta para que estalles y la digas una estupidez. No amigos mios, no es eso, lo que pasa es que no son capaces de decidir; tanto color y tela le han transportado al mundo de la maravillosa para ellas indecisión y para nosotros el mundo de probar nuestra cada vez menor paciencia. Pero hay que hacer de tripas corazón y seguir al pie del cañón. Ella no parece darse cuenta que hasta la dependienta del local, empieza a estar impaciente y molesta y claro, te mira y surge la complicidad dependiente-paciente. Ella entonces, aprovecha un cambio de ropa para comentarte sin malicia claro "la dependieta parece que se fija en ti". La desgracia es que por norma general suelen ser mujeres muy guapas. Tú intuyendo otro posible conato de conflicto respondes dieciendo: "que va, lo que pasa es que llevamos aquí cerca de tres horas y claro...". Ella entonces dice que "te dije que no te necesitaba". Antes de volver a discutir decides retirarte.
D) Por fin acabas de las compras. Ella de camino a casa te cuenta ¡¡¡¡manda huevos!!!!, las cosas que se ha comprado. tú claro estás callado conduciendo y pensando, Joder sé lo que te has comprado, una jodida prenda y en eso has tardado 4 horas. Pero en vez de decirle lo que piensas, decides decirla que está guapisima con lo que ha comprado y que ha merecido la pena esperar. ¡¡¡¡Mal hecho, ya que con ello has insinuado que no te lo pasaste tan mal!!!!. Ella entonces lo toma como un precedente y... suelta: "la próxima vez vamos a ...". ¡¡¡Dios, acaso no se dan cuenta que no somos como ellas,.. ¡¡¡¡que somos más concretos!!!!
Otro punto a destacar entre relación de chicos y chicas es cuando ella decide que debemos quedar con los amigos. Supuestamente los amigos son tanto los tuyos como los de ella; pero a la hora de la verdad, esos "amigos", curiosamente son solo los suyos. Si ya sé que algunos pensareís que es ago radical, pero es la verdad. Se da la circunstancia que siempre los amigos tuyos no son de su agrado. Y es por una sencilla razón; los amigos son esas personas que evitan que os veaís más y que a veces antepongas intereses suyos a los de tu chica. Tú claro, antes de empezar a salir con ella, le dejas bien claro que no vas a renunciar nunca a los amigos y que tiene que entender que haya días que salgas con ellos y no con ella. Al principio todo son buenas intenciones de su parte. Pero entonces surgen las complicaciones; ya que ella poco a poco te va diciendo que no pasas apenas tiempo con ella, que tus amigos te están apartando de ella. Claro tú nervioso, decides verles (un error que cometemos todos, sí TODOS), menos y centrarte en ella. Pero he aquí tu sorpresa que ves que no puedes quedar con tus amigos, pero con los de ella curiosamente si. Entonces te das cuenta que no les soportas y se lo dices a tu chica. Ella dice comprenderlo. Tú tranquilo respiras. Pero al acabar la noche te das cuenta que ella ha estado distante y algo fria. Cuando se lo comentas, te dice: "a lo mejor debías haber salido con tus amigos". Tate, el problema es latente, ella tiene bula para detestar a tus amigos, pero tú a los suyos no. Y todavía dicen que ellas son simples y nosostros es que no sabemos entenderlas. Por Dios, si ni siquiera ellas se aclaran con sus sentimienos.
Otro peculiaridad que no entenderemos nunca de ellas es cuando quieren expresar sus sentimientos. Ellas son propensas a decir cuanto te quiero, que si cuando nos casemos tendremos..., que no sabe que haría sin ti, etcetera. Tú claro al principio, te quedas asombrado, ya que por norma general solemos ser más comedidos. Pero he aquí que a veces te dejas arrastrar y piensas, joder, es la chica con la que quiero estar. Cuando ya te mentalices y pasas a decirla también cosas profundas, ¡¡¡zas!!!, ocurre una nimiedad y te metes una HOSTIA de campeonato.
La verdad cuando más crees conocer y entender a la mujer, ésta se encarga de demostrar que la racionalidad no va con ellas. Son tan cambiantes como un niño con un juguete nuevo, tan pronto se ilusionan como tan ponto se casan. Y yo me pregunto, ¿acaso no seremos para ellas un mero juguete?. Seguiría contando más sobre estos seres tan maravilloso, por un lado son hermosas y las necesitamos para vivir, pero por otro lado, son seres que nos sacan de nuestras casillas y que nos enervan. Sé que este no es de los mejores que he escrito, como ¿Amor o engaño?, o La Amistad; pero entiendan ustedes que el tema en cuestión es bastante más delicado. Me despido de ustedes:
EL ABUELO.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Hola Abuelo!

Espinoso tema el de hoy, sin duda. Las anécdotas ilustrativas que nos muestras suceden con más o menos variantes, pero esencialmente parecidas.

Nunca llegas a conocer totalmente a fondo a la chica (como bien dices)pero sí lo bastante como para ponerte en su pellejo, saber lo que le gusta, etc... Así que hay que ponerse en su pellejo. Hay que rememorar qué ha hecho ella por tí que le haya supuesto un verdadero esfuerzo, y esforzarte también, pero debe equilibrarse. Una mujer que te arrastra de compras inmisericordemente (o te torea con los planes, o te boicotea amistades) sabiendo que siempre se acaba de broncas, que te disgusta y no lo reconsidera en su balanza personal (aunque no lo diga, se nota) quizá no te quiera lo bastante o no merezca la pena. Nótese que debe ser una actividad continuada de recibir y no dar: debe existir un equilibrio. A ella le gusta ir de compras, y le gusta que la entiendas cuando dice lo contrario (frustrante y cruel conducta), pero debe entender que eso no puede llevarla a tratarte como a un felpudo/perro/juguete. No sé, es esa diferencia de formas después de tres horas de compras (por ejemplo), en la que algunas antes, durante y/o después de las compras te han recordado que saben que te gustaría estar en otro lado, que se disculpan por tardar (aunque no hagan mucho por remediarlo) y las que directamente te cargan las cosas a la chepa mientras se amostazan cuando no acabas toda frase con "bwana". Supongo que es la situación simétrica a estar tirado en el sofá viendo el partido (los futboleros) y pedir cervezas y panchitos a tu chica. Por tanto, resumamos que si conoces bien a tu chica, y ella te conoce a ti, debe darse un esfuerzo de recíproca empatía y desinterés, sabiendo (más que sabiendo, teniendo fe) en que giradas las tornas ella aguantaría también. Una duda a ese respecto quizá sea una señal de algún problema gordo de afecto o entendimiento en la pareja.

Por último, un refrán: "Las mujeres tienen muchísimas cosas malas, pero la peor de todas es lo que nos gustan a los hombres".

El Abuelo dijo...

Buenas Perilla (por poco tiempo)
estoy de acuerdo que algunas chicas también se adaptan a las circunstancias del chico, pero realmente Perilla, ¡¡¡son las mínimas!!!. En el tema de las amistades, si hay suerte y compartís los amigos no pasa nada, pero si resulta que los tuyos no son de su agrado, ya la has pifiado.
Bueno Perilla, veo que eres fiel al blog y es de agradecer. Ya nos veremos y continuaremos con el tema que tú y yo conocemos. Hasta pronto.