sábado, 19 de enero de 2013

¿Es necesario tanta humillación Karmele?

Buenos días a todos/as:
la semana pasada en el programa de entretenimiento de las tardes de Telecinco Sálvame, rizaron el rizo y decidieron hacer pasar a todos sus colaboradores un test de inteligencia. Hasta aquí no parece nada anormal, ya que hoy por hoy en muchas empresas, se lleva a cabo esta practica para así detectar donde han de hacer hincapié para que sus trabajadores exploten sus mejores cualidades y así estas redunden en el beneficio de la empresa.
La diferencia entre Sálvame y el resto de empresas, es que mientras que supuestamente los test de inteligencia no son expuestos de cara a lo compañeros, por eso de la privacidad y la ley de protección de datos; en Sálvame como todos nos hemos imaginado ha ocurrido todo lo contrario, ya que al parecer, además de obligarles a realizar la prueba en directo, mientras el programa seguía su curso, también les obligan a aceptar que los resultados se hagan público para todos sus telespectadores, que se cuentan por millones. Y claro eso lleva un riesgo que para Karmele se ha convertido en una pesadilla.
Resulta que ¡cómo no!, de los test que se han llevado a cabo, uno de ellos reveló que un colaborador del programa tiene un cociente de inteligencia por debajo de la media española que se sitúa en la puntuación 100. A partir de 120 se considera un superdotado o superdotada. Pues como todos nos imaginamos también hay dos colaboradores que sobrepasan los 120, ya que uno es 130 y el otro 131. Indudablemente Jorge Javier y la dirección del programa, en vez de ensalzar lo positivo se encargaron de anunciar a bombo y platillo que uno de los colaboradores había sacado una puntuación de 97 y que estaba por debajo de la media española, con lo cual rápidamente JJ se encargó de proclamar que había un lerdo, o lerda entre ellos trabajando. Inmediatamente la psicóloga indicó que lerdo no era un término adecuado y no tuvo nada más que la brillante idea de acuñar el término, según ella no tan ofensivo, de "lento".
Como ya estaba el morbo servido, anunciaron que a las 19.00h anunciarían la persona que era lenta. Y efectivamente no defraudó la espera, ya que a las 19.00h JJ con Irene (psicóloga), anunciaron que la persona lerda del programa era... ¡Karmele Marchante!
Claro en ese momento todos sus compañeros, a la cabeza Mila y Kiko se empezaron a cachondear de ella y Karmele aguantaba estoicamente, o al menos eso parecía.
Jorge Javier, enseguida se centró en machacar a Karmele la poca moral que le podía quedar e incluso la humilló como en él es habitual, por mucho que después se ofenda cuando alguien (Teresa Campos), se lo hace ver.
Pero..., a saber lo mucho que debe necesitar Karmele el dinero de Sálvame para pagar según parece sus deudas, ya que Karmele sigue trabajando como si nada hubiera pasado y por supuesto aguantando las mofas, ya no de sus compañeros, sino de toda la audiencia que siempre ha pensado que Karmele era la más tonta de sus amados colaboradores.
Lo más indignante del caso es que tanto JJ como Paz Padilla, ambos presentadores, son los que más se ceban con los resultados obtenidos, pero claro, ellos han estado exentos de llevar a cabo la prueba.
Así  que los que menos deberían reírse, ya que no sabemos cómo lo hubieran hecho ellos, a lo mejor habría sorpresas, son los que se encargan de avivar el fuego echándole gasolina con su actitud prepotente y de mofa.
Y es que es lo de siempre, ¿es necesario ser humillado por tu jefe para seguir currando?
Al parecer a Karmele Marchante, sí.
Y mientras a nosotros (los telespectadores) no nos afecte la humillación, nos parece tolerable ver como una señora hace el ridículo para seguir ganando un dinero. Y lo malo es que ejemplos como ella los hay en todos los ámbitos de la sociedad. A esta situación nos ha hecho llegar el miedo a perder nuestro trabajo.
Como siempre solo he tratado de contar Mi Verdad.
Hasta la próxima:
EL ABUELO.

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