domingo, 13 de agosto de 2017

Neymar, ¿traidor? No, profesional.

Buenos días a todos/as:
Hoy vamos a reflexionar sobre la opinión de muchos cules y aficionados al fútbol, que consideran que con su acto de abonar su cláusula de rescisión valorada en 222 millones de euros, Neymar ha traicionado al Fc. Barcelona para poder fichar por el Paris Saint Germain.
En primer lugar indicar que las cláusulas de rescisión se llaman así, porque permiten de manera unilateral que una de las partes firmantes, ejecute mediante el pago de la misma su voluntad de abandonar el club en el que juega en esos momentos. Si bien se puede argumentar que el jugador al pagar dicha cláusula origina un daño deportivo a su club, también hay que destacar que económicamente la suma a ingresar es más que suficiente, o así al menos pensaron tanto club como jugador cuando en su día pactaron dicha cantidad. Recordar que la rescisión es un acto unilateral o consensuado que en todo momento se ajusta a la legalidad vigente.
Aquellos que indican que Neymar ha traicionado al club cule, deberían de hacerse esta pregunta: ¿acaso usted no abandonaría su puesto de trabajo si le ofertasen ganar 30 millones limpios en otro sitio y habiendo alcanzado en su actual trabajo todos los objetivos marcados cuando llegó a él? Recordemos que el jugador ha ganado todos los títulos posibles en el Barça. Lo más seguro es que de 100 personas lo menos 90 diríamos que efectivamente aceptariamos el cambio laboral. Pero, en este caso al tratarse de un futbolista profesional, resulta que las pasiones que sentimos por nuestros equipos nos nublan la razón y enseguida se nos llena la boca llamando al jugador traidor o mercenario, ya que solo se guia por el color del dinero y no por el color de la camiseta que se pone. Y la verdad es que como dijo Piqué, somos injustos al hacer estos valores morales, ya que si en cualquier otra profesión un trabajador abandona su puesto de trabajo para ir a otro mejorando sus condiciones económicas, todos/as diriamos que hace lo correcto y le apoyaríamos.
Otra cosa son las formas en que Neymar ha llevado a cabo su marcha del club y sus explicaciones de ámbito deportivo que darían para otro articulo y por eso lo dejaremos para otro día. En este caso indicar que creemos que tampoco ha sido una manera censurable en su totalidad, ya que si bien es verdad que ha tardado en comunicarlo al club, en ningún momento ha declarado que se quedaba mintiendo como en su día hicieron otros jugadores como todos recuerdan, en especial el caso Figo. Figo al contrario que el brasileño, sí salio en los periódicos catalanes, recordamos especialmente el Sport, el día antes de su "traición" diciendo que no se movia y que seguiría siendo cule cuando ya lo tenía hecho con Florentino. Eso sí se puede catalogar de traición, ya que hasta el último momento jugó con la ilusión de la afición barcelonista. Pero Neymar con sus silencios ni desmentía ni afirmaba nada. Si bien es verdad que podía haber calmado las aguas con una declaración, pero prefirio el silencio. Se puede compartir o no sus formas, pero nunca mintió; de ahí que no le consideremos traidor.
Algunos todavía insistirán que Neymar ha tratado mal al club, ya que su fuga no se esperaba y esto ha provocado que el club no tenga apenas margen de maniobra para fichar un supuesto recambio. Además tan cerca del comienzo de la temporada lo consideran una falta de respeto. A esta gente solo recordarles que el Fc. Barcelona fichó a Rivaldo del Deportivo de la Coruña, pagando un día antes de empezar la liga su cláusula de 4000 millones de pesetas. Vamos que los clubes no se pueden quejar de estas acciones, cuando son ellos los primeros en llevarlas a cabo. Pero claro, unas veces les favorecen  y otras no.
Acabamos resaltando que al igual que ponemos el grito en el cielo cuando un jugador ejecuta su cláusula, no nos quejamos cuando es el club quien prescinde de un activo, jugador, aún teniendo contrato en vigor simplemente por el hecho de no encajar en la planificación deportiva. Y es que señores/as, el mundo profesional puede implicar estas acciones y cada cual ha de velar por sus intereses, ya que es la vida de uno/a la que se negocia en nuestros contratos laborales.
Como siempre hemos tratado de contar nuestra verdad, que bien puede ser compartida o no.
Hasta la próxima:
EL ABUELO.

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