Buenas tardes a todos/as:
en esta semana España se ha conmocionado al recibir la tremenda noticia de que Alberto Contador ha sido declarado culpable de dopaje y su sanción además de ser de 2 años de suspensión, ha sido desposeído de su Tour del 2010 y su Giro del año 2011; además de una sanción económica que puede llegar a ser de 9 millones de euros.
Lógicamente tanto el corredor como el gobierno español, cree que la sanción no es justa ya que no se ha podido demostrar que tan poca cantidad de clembuterol haya sido decisiva para sus logros deportivos; pero la verdad sea dicha es que tampoco Contador ha podido demostrar que el orígen de ese clembuterol haya sido el bistec que él alega que compró. Pero sea lo que sea la sanción se ha llevado a cabo, e incluso Saxo Radobank ha prescindido su contrato con el corredor español.
Una vez puestos en situación, vayamos a la cuestión principal. No han tardado ni siquiera 2 días nuestros vecinos franceses en intentar desprestigiar los éxitos de nuestro deporte y en su conocido programa de Canal + Francia, Los guiñoles se han encargado de hacer un "¿humor?" que realmente no creo que haya sido acertado, ya que no se basa en hechos reales, sino en la pura envidia que nos tienen, ya que sus grandes eventos deportivos, en especial el Roland Garros, siempre se lo adjudica un español, en este caso el 6 veces campeón Rafael Nadal. Amén de otros baños deportivos como es el baloncesto y el fútbol, en el cual los franceses no son capaces de ganarnos.
La verdad es que las imágenes del guiñol de Rafa Nadal llenando con orina el depósito de su coche y provocando que éste adquiriera una velocidad extraordinaria, no dejaría de ser anecdótico, pero lo malo es que no solo dejan entrever el dopaje del tenista, sino que utilizan los logos de las distintas federaciones como la de fútbol, baloncesto, tenis, y otros y dejan ver que los españoles ganan las competiciones porque utilizan elementos dopantes. ¡¡¡NADA MÁS LEJOS DE LA REALIDAD!!!
No contentos con esta gracia, al día siguiente sacaron otro vídeo de los guiñoles deportistas españoles firmando su apoyo a contador, pero la "gracia" radicaba en que Casillas, Gasol, Nadal firmaban dicho documento con una jeringuilla, que supuestamente utilizan para doparse. ¡Cómo no!, la de Rafa Nadal la más grande. ¡¡¡Cómo duele lo de Roland Garros!!!
Ante estos hechos, parece mentira que la única federación que haya reaccionado haya sido la de Tenis, la cual ya ha anunciado acciones legales ante estos vídeos de los guiñoles.
Lo más curioso es que el ministro de Educación, Deportes y Cultura José Ignacio Wert, lo único que ha declarado es que considera que es debido a la envidia de nuestros éxitos deportivos frente a sus fracasos. Sinceramente que eso lo diga yo que no soy ministro vale; pero que lo diga un ministro y que no haya más consecuencias, nos parece FATAL, ya que como mínimo deberían de exigirse unas disculpas a nivel nacional de Francia, e incluso una sanción económica a Canal Plus Francia; o en su defecto, anular la licencia de emisión de Canal Plus España. Si ya sé que algunos dirán que eso atenta contra la libertad de prensa, pero una cosa es libertad de prensa y otra es poder decir calumnias de los deportistas españoles y salir indemnes. Fijo que si hubiera sido a la inversa Sarkozy hubiera puesto el grito en el cielo y España hubiera rectificado. Pero eso no lo sabremos nunca uno porque no ha pasado y porque los españoles tenemos más clase que nuestros vecinos y jamás haríamos un humor tan hiriente.
Desde aquí animo a que los residentes franceses de España, no puedan participar de eventos deportivos en España hasta que su gobierno reconozca que se han equivocado, o lo que es lo mismo, reconozcan la envidia que nos tienen.
Además no olvidemos que los éxitos van por rachas y seguro que cuando ellos vuelvan a la senda del triunfo, nosotros tendremos la caballerosidad de felicitarles siempre que jueguen limpios, como es el caso de la mayoría de nuestros atletas y deportistas.
Como siempre hay que recordar que la historia esta marcada de rivalidad entre españoles y franceses, pero que no nos ciegue en nuestra objetividad.
Hasta la próxima:
EL ABUELO.
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