miércoles, 6 de julio de 2011

Las mafías de la colas en los organismos públicos.

Buenas tardes a todos/as:
hoy me he sentido ninguneado por una situación, que la verdad es indignante por lo menos en un país civilizado como es España. Y todo ello es debido a que me he visto obligado a ir al Registro Civil de Alcobendas a entregar una documentación necesaria para mi enlace matrimonial, y mi sorpresa ha sido que al llegar 1h antes al Registro, ya había cola de gente esperando. La verdad es que esto no es nada destacable, ya que cualquiera puede pensar que un organismo público tendrá gente que vaya con tiempo, pero es que lo que más me ha indignado es que al llegar a la cola y preguntar por el último, me han contestado, que ya no había números (los propios que esperaban), ya que solo dan 20 números por día y hay una sudamericana que se encarga de elaborar una lista que es la que luego estipula el orden de entrega de los números. Claro, mi sorpresa fue mayúscula cuando me di cuenta que no había 20 personas, pero que la mayoría eran de origen sudamericano, y que todos aceptaban esa lista no oficial para acceder al Registro. Casualmente lo que más te jode, es que cuando se te ocurre decir que no hay 20 personas, te indican que las que no están es porque al ya estar apuntados en la lista, solo vienen a la hora de abrir.
Lógicamente no me dio la gana de aceptar dicha mafia de la lista y se me ocurrió preguntar al seguridad del Registro si eso era cierto o no. Mi sorpresa fue que el seguridad, (panchito), ni siquiera quiso oírme y de malas maneras me indicó que hasta las 9.00h no se abría y que él no me podía dar esa información que le requería. Fijo que es el propio de seguridad quien organiza las jodidas listas.
Ante mi insistencia de quedarme en la fila, hubo miradas negativas por parte de los panchitos que estaban todos esperando, pero al fin y al cabo, soy ciudadano español y creo que tengo derecho a intentar que se me atienda en un ente público.
Al final efectivamente cuando se abrieron las puertas, resulta que los 20 números fueron dados a todos los sudamericanos y a partir del 20, yo era el 22, se nos comunica que debemos volver mañana. Indudablemente como no estaba de acuerdo, me personé en información y me atendieron correctamente, y me dijeron lo que yo quería saber sin necesidad de tener que volver mañana al registro. Y os puedo asegurar que si me hubieran dicho que no me atendían hubiera montado un pollo de los gordos.
Lo más asqueroso del tema, es que cuando salí del Registro, me di cuenta que la misma sudamericana que llevaba la lista por la mañana, ya estaba la muy hijo puta realizando una nueva lista para mañana, apuntando a las personas que a ella se acercaban.
Mi pregunta es, ¿acaso ella tiene potestad para apuntar los 20 siguientes?, ¿qué tipo de reglamento rige esa lista?, y lo más importante, ¿cuánto se lleva ella por elaborarla?
Y lo que si me gustaría que la justicia estudiara es quién suministra los números a esta chica. Porque curiosamente el seguridad panchito con el que tuve el confrontamiento antes de abrir, en el momento de la apertura no estaba de cara al público, lo cual te hace que pensar, y sobre todo malpensar en los chanchullos que se lleva a cabo en dicho Registro por parte de la comunidad sudamericana.
No me extraña que por casos como este, los españoles nos sintamos discriminados y por ello crezca el sentido de xenofobia ante ellos, ya que en vez de aceptar nuestras normas, ellos imponen las suyas aprovechando que los registros civiles suelen ser muy frecuentados por ellos, ya que la mayoría está tramitando los papeles. Por ello cuando llega un español/la a realizar un trámite es despreciado por ellos. Y es que ¡manda huevos! que un ciudadano español, no pueda acceder a un ente público de su país si antes no se pliega a estas listas ilegales que al igual que conocemos nosotros, conoce la policía, pero que curiosamente no hacen nada para evitar.
Y es que así somos en España, antes son los emigrantes que los naturales, ya que el gobierno así considera que somos plurales y damos buena imagen de cara al exterior.
Solo incidir que si la próxima vez que vaya a un Registro me ocurre algo similar, no perderé el tiempo y lo que haré será ir a la comisaria más cercana y denunciar lo que considero que es un atropello a mis derechos por parte de unos cuantos sudamericanos que se lucran de la necesidad de sus propios compatriotas. ¡Esa solidaridad entre ellos es acojonante!
Como siempre solo he tratado de contar mi verdad.
Hasta la próxima:
EL ABUELO.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Son las 7 de la mañana del 1 de septiembre de 2011. Estoy en la cola del mismo Registro Civil. Llevo aquí desde las 5.50 de la mañana y me voy a quedar fuera de los 10 números que dan. No hay derecho; es tercermundista.

El Abuelo dijo...

Desgraciadamente sé lo que sufres, ya que he pasado por la misma situación, y desgraciadamente tengo que volver a sufrirlo ya que he de ir en poco tiempo a por unos documentos. Así que me veo buscando a la de la libreta a comprar mi número.
Espero que al menos tú lo hayas arreglado ya.

Anónimo dijo...

Hola. He entrado en este blog para leer como funciona esto del registro civil de Alcobendas. Mi intención es ir mañana al registro civil a entregar los papeles de enlace matrimonial. Pensaba ir a las 5 de la mañana, pero despues de leer esto, me presentaré alli a las 4. a ver quien es el listo que me dice que no hay numero a esa hora..y como vea que hay una tia con una lista y alli no haya nadie, pienso llamr a la policia...ya os contaré que tal me ha ido! Gracias por escribir blogs coo este.

El Abuelo dijo...

Espero que hayas podido llevar a cabo tus gestiones en el Registro sin ninguna dificultad, pero mucho me temo que habrás tenido problemas.
Gracias por leer el blog, un saludo.

Anónimo dijo...

Hola, mañana vamos al registro civil de alcobendas para llevar los papeles de matrimonio quería saber si siguen existiendo esta mafia q comentáis y si hay q ir tan pronto ? Nuestra idea es ir a las 6. Gracias por todo

El Abuelo dijo...

Espero que ya no exista la mafia, pero mucho me temo que sigue existiendo. Así que mucha suerte, ya me lo comentaís.
Felicidades por vuestro matrimonio.

Anónimo dijo...

Vamos, que no sabías donde descargar tu racismo y encontraste un motivo ¿no? Porque en todo el rosario éste que has escrito he leído como 20 veces palabras como: jodido sudamericano, panchito... pero ni una sola mención al supuesto problema. Venga hombre, yo también he tenido que acudir al Registro Civil de Alcobendas varias veces y te puedo asegurar que NO es culpa de los que esperan allí fuera pasando frio desde las 5 de la mañana. Que por otro lado: ponte tu en la situación de ésos "panchitos" como les llama usted: usted espera desde las 6 de la mañana (que usted es super educado, super desarrollado, "intelectualmente superior" que no le hizo falta madrugar tanto... Ironía off) y que lleguen 20 personas que a las duras y a las maduras dicen que entran primero que usted y punto. Dígame, ¿le parece justo ahora que pasen por orden de llegada?
Un saludo, de otro "panchito".

El Abuelo dijo...

Disculpeme si le he ofendido; pero el quid de la cuestión está en que no son los autóctonos los que preparan lista de espera, por lo menos cuando yo tuve que acudir al Registro. Y si ha leído bien mi comentario, yo era de los primeros en la cola, lo que quiere decir que madrugué lo suficiente para estar allí haciendo cola presencial. Lo que es indignante, es que sin estar presente haya gente, sea o no sudamericana, (curiosamente todos lo eran salvo unos cuantos que estábamos presentes), que crea que pueden organizar una supuesta cola ficticia en u libro al que si querías participar te exigían dinero.
Vamos creo yo que eso no es muy legal que digamos, y en todo caso los que se deberían de sentir racistas o llamarlos así, son a la gentuza que organiza dichas colas previo pago y que se lucran de la necesidad de sus compatriotas, a los que cobran dinero por estar en una cola que no es oficial y que no les da derecho a pasar por delante de los que sí hacemos cola presencial. Y si usted no entiende esto, es que es igual de caradura que la persona que lleva a cabo dicha estafa.
Hasta otra.