viernes, 9 de noviembre de 2007

Halloween

Buenas tardes amigos/as:
hoy en mi "gran verdad", voy a hablaros sobre la "maravillosa" fiesta de Halloween. Si, la llamo Halloween, porque al parecer "El día de los difuntos", no es tan comercial.
El 31 de 0ctubre por la noche, se conmemora que al día siguiente es el día de los difuntos, curioso que se conmemore un día tan lugubre; pero también es bonito saber que al menos un día al año dedicamos para homenajear la memoria de los seres queridos que ya no están a nuestro lado.
En principio aquí, en España, (no olvidemos que es nuestro país), el día era celebrado solemnemente; con respeto casi religioso, ya que todos los cristianos estamos "obligados", (cada uno es libre de hacerlo o no), a acudir a la iglesia, ya que es un día obligado en el calendario episcopal. La misa suele ser extensa y se recuerda la figura de aquellos que ya no están. La serenidad del acontecimiento es latente, más entre los mayores (politicamente es incorrecto decir "viejos"), que incluso llegan a vestirse de luto (negro), ya que consideran que los colores llamativos son una falta de respeto a los difuntos; o sin llegar a eses extremo, visten con corbata y traje en honor a los muertos.
En esta "festividad", la reunión familiar es propicia (como Navidad), pero curiosamente es una unidad ficticia, ya que siempre vamos forzados a estos eventos. En estas reuniones además además de ponernos hasta el culo de comer; hablamos de cosas "intrascendentes", pero obligadas por ese "maravilloso" reencuentro familiar. Lo más destacable es el momento del postre, donde aparecen los dulces típicos del día: "Huesos de santos" y "Buñuelos".
Llamativo cuanto menos que en el día que conmemoramos la memoria de nuestros difuntos, le demos un carácter festivo y comamos pastelitos con nombres tan tétricos. ¿Acaso recordar la ausencia de un ser querido es plato de buen gusto?; ¿sólo ese día hemos de ir al cementerio a poner flores?. ¡Cómo siempre!, la HIPOCRESIA se hace presencia.
Pero he aquí que ya desde hace una decada, más o menos, nuestro tradicional día ha ido dejando paso (como en muchas otras cosas), a que una fiesta de origen anglosajón nos coma el terreno, exacto esa fiesta es HALLOWEEN.
Otra vez los yankees consiguen imponer su peculiar "infantilidad", frente a la seriedad europea. Los niños europeos, (lógico su mentalidad es de niños), prefieren disfarazarse y pasarlo bien, y por eso Halloween ha ganado tantos adeptos, ya que en eso consiste. En Halloween los niños, ¡y no tan niños!, se disfrazan y bajo la impunidad del disfraz llevan a cabo bromas que de pesadas llegan a ser de mal gusto; ya que la fiesta consiste en pedir golosinas y si nos las reciben, el "desalmado" recibe su castigo, que va del lanzamiento de huevos, a actos ya vandálicos.
Y yo me pregunto señores/as; cierto que es divertido disfrazarse (particularmente lo odio), fingir algo que no somos por unas horas, y aprovechar para hacer cosas que otro día no justificaríamos, pero... ¿es necesario cambiar nuestra cultura?. Yo creo que no.
La cultura junto con el idioma es parte de la identidad de un país, y si poco a poco (en nuestro caso es alarmante), dejamos que otras culturas germinen en la nuestra hasta el punto de desbordar a la nuestra, corremos el riesgo de perder la identidad.
Con esto lo que digo es que si los niños quiren disfrazarse y hacer el ganso, hagámosles una fiesta de disfraces, pero por Amor de Dios, inculquemos nuestras costumbres y no las de los países que significativamente por mucho que sean "los amos del mundo", son más incultos que Mogli, El niño de la selva.
Así que amigos/as, os pido que no descuidemos de donde procedemos y donde vivimos, somos españoles y hemos de aceptarlo con todas sus consecuencias; para bien y para mal.
Acaso creen ustedes que los EEUU adopatarían de tan buen agrado (como nosotros lo hacemos), fiestas y costumbres europeas. No, no lo hacen por el simple hecho que son yankees y se enorgullecen de ello y la verdad, es invidiable su sentido patriota, pero su CULTURA, NO.
Así que, concluyendo, si adoptamos algo de ellos, que sea para bien, sino... ¡¡¡huelgan las palabras!!!.
Como siempre solo es "mi verdad", y no pretendo que la acaten como ley, pero al menos espero que les haya hecho, al menos a uno de ustdes, reflexionar sobre lo aquí escrito por mi y leído por ustedes.
Hasta la próxima:
EL ABUELO.

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