martes, 1 de febrero de 2022

Matrimonios que son negocios.

 Buenos días a todos/as:

El pasado domingo, el mundo del corazón se levantó sobresaltado con el rumor, cada vez más certero de la ruptura de un matrimonio que no ha llegado a penas al medio año de duración. Nos referimos al matrimonio formado por Omar, "El Negro" y Anabel Pantoja, "La Sobrinísima". Como no, fue en Socialité, uno de los programas de la cadena de Fuencarral, donde se encargaron de cebar la noticia, para luego darles el relevo a Viva la Vida, para narrarnos los hechos de esta "sorprendente" ruptura.

La verdad es que para el público en general, la ruptura nos ha pillado de imprevisto, ya que nadie pensaba que después de lo sufrida que fue su boda, recordemos que justo unos días antes su abuela Doña Ana falleció, lo que provocó que su primo Kiko Rivera no acudiese a la ceremonia celebrada en las Islas Canarias, y por ende tampoco acudió su esposa Irene Rosales, hecho que llevó al conflicto entre primos e incluso hubo bronca, ¡cómo no! televisada, (cobrando por airear sus miserias), entre los primos echándose en cara la idoneidad o no de celebrar la boda. Uno lo veía inmoral por los sentimientos a Doña Ana, y la otra argumentaba que era deseo de esta última que ella fuera feliz y llevase a buen puerto su unión.

Por supuesto, la celebración del evento se llevó a cabo sin cambios previstos, salvo en el tema económico de la exclusiva, ya que una boda von Kiko y esposa, no se cotizaba tanto que una sin ellos, pero aún así, la pareja de Omar y Anabel siguieron adelante con la boda, dejando a un lado los sentimentalismos por la muerte de un ser tan querido. Vamos que una vez más se demostró que el dinero puede con todo lo que se le venga encima, y más cuando los protagonistas son personas cuya brújula moral se mueve por el vil metal. Como dijo Quevedo: "Poderoso caballero es Don Dinero".

Viendo la celebración, donde tanto los novios como los invitados lo dieron todo, nadie se  imaginaba que la época de vino y rosas solo iba a durar escasamente 6 meses. Pero hete aquí que la realidad nos dice que efectivamente así está ocurriendo. Para más información, la propia protagonista Anabel Pantoja, se encargó el lunes de confirmar, en su programa Sálvame, (cuyas audiencias son cada vez peores), que la ruptura es cierta, pero que además los problemas venían ya de lejos. Lo cual confirma nuestra teoría sobre el poco o nulo amor existente entre la pareja, la cual solo ha comercializado con su enlace. Y hoy por hoy siguen haciéndolo ya que la colaboradora acudirá ahora más días a Sálvame para contar los porqués de la ruptura, y esos días extras se facturarán  en la cuenta de "La Sobrinísima", e intentará impulsar las audiencias de un programa que da síntomas de agotamiento.

Lo importante en este caso no es la felicidad de la pareja, lo importante es saber cuántos euros generará este filón y hasta cuándo podrán estirar el tema. ¡Qué bonito es el AMOR!

Estos son los hechos que nos hacen preguntarnos, si realmente estos matrimonios son reales, o más bien estas parejas contraen matrimonio para vender la exclusiva y posteriormente lucrarse económicamente con  las diferentes acciones que le sigue, ya sea bautizo, luna de miel o en este caso divorcio en tiempo récord. Y todos estas acciones son retrasmitidas vía revistas al público en general, retribuyéndoles pingües beneficios. Son NEGOCIOS.

En conclusión que hoy por hoy los matrimonios de según que personajes del corazón no son actos de amor, si no que son actos empresariales, que reportan beneficios a la pareja, y que provoca en los protagonistas que los sentimientos no existan, pero que el negocio no deje de rodar, generado beneficios hasta que la gallina de los huevos de oro dejé de dar resultados.

Como siempre, solo contamos  nuestra verdad, que puede ser o no compartida, pero que pedimos respeto por ella.

Hasta la próxima.

EL ABUELO.



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