Buenos días a todos/as:
Lo que temían todos los cules, aquello que pensaban que ocurriría tarde o temprano, se ha producido antes de lo que se esperaba, Lionel Messi, he decidido unilateralmente abandonar el club al que llegó con 13 años y al que futbolísticamente le debe todos sus éxitos y ser quien es a nivel personal, ya que no se debe olvidar que el F.C. Barcelona, fue el único club del mundo que se hizo cargo del tratamiento hormonal que necesitó el jugador por sus problemas de crecimiento. Gracias a ello Messi se logró desarrollar y convertirse así en el jugador mejor de la historia de este deporte rey llamado Fútbol.
Vaya por delante, que nosotros en ningún momento creemos que por lo anteriormente citado, el jugador deba permanecer por siempre ligado al club blaugrana, ya que cada cual es libre de buscar el trabajo allí donde crea que mejor se va a poder desarrollar a nivel profesional. Todo trabajador tiene ese derecho. Pero dicho esto, también hemos de recordar que además de derechos, se tienen obligaciones. Una de estas obligaciones es cumplir con aquello que en tu momento has firmado, de acuerdo con ambas partes. Y en este caso tanto el jugador como el club, han firmado contratos que ligaban sus caminos, incluso el club, cada dos años, sin todavía acabar la duración laboral del jugador, le ha ido renovando y aumentando su ficha, ya que consideraban que por rendimiento el jugador Messi así se lo había ganado. En contrapartida a dichas subidas de emolumentos, se rumorea que Messi gana 34 millones limpios al año, otros dicen 50, pero eso es lo de menos, ya que si el club aceptó esas cantidades el jugador encantado. Pero el club y el jugador también llegaron a un acuerdo por lo que su clausula de rescisión laboral se tasaba en 700 millones de euros más el I.V.A. correspondiente. Así de esta manera tanto el jugador, como los clubes interesados deben abonar esta cantidad, para desvincularse de su actual club F.C. Barcelona.
A los cules lo que más le ha dolido, no es su marcha, algo que parece irrevocable, sino la forma en que lo ha comunicado. Una forma fría para la afición, que lo idolatra, pero muy profesional jurídicamente hablando, ha mandado un burofax pidiendo su carta de libertad y comunicando que no quiere seguir desarrollando su actividad profesional en el club. Nosotros creemos que aquí el jugador se ha equivocado en las formas, ya que como capitán e ídolo de toda una afición, debería haber comparecido ante dicha afición y explicar los motivos por los que ahora que el Barça en 12 años de éxitos, este año ha fracasado, el jugador emblema decide abandonar. No sabemos cuáles serán sus motivos, pero resulta paradójico, que abandone el club donde se le ha dado todos los galones, donde religiosamente se le ha pagado sus emolumentos y donde hasta hace menos de un año, el jugador presumía de acabar su carrera en dicho club.
No seremos nosotros quienes juzguemos el acierto o el error de dicha decisión, pero como aficionado al fútbol, si que compartimos la idea de algunos ilustres y no tan ilustres socios/as y aficionados/as, que claman al cielo y exigen que se cumpla con lo firmado. Esto quiere decir que por mucho que el jugador quiera irse, debe abonar su clausula, que él firmó estando de acuerdo, y no es otra que 700 millones más impuestos. No vamos a entrar en si el jugador está en lo cierto y por la pandemia, la fecha del 30 junio, por la que avisando, podría desvincularse sin pagar nada, o por contra si como dice el club no ha avisado dicho día, por lo cual, no es efectiva. Sea como sea, NO se puede permitir el inmenso poder de los jugadores, en este caso de los cracks, y se le ha de exigir, que al igual que han cobrado todos los meses sus millonarias fichas, cumpliendo o no con los objetivos, se les exija que cuando quieran abandonar la nave, paguen hasta el último céntimo de lo que ellos han firmado. Nada de rebajas, ni prebendas de cara a la sociedad, que en este caso NO LO ACEPTA, si se quiere ir..., que como dice Joan Gaspart, pague íntegramente sus 700 millones, que bien que para cobrar su ficha anual, no ha tenido problemas ni ha tenido en cuenta si la plantilla era de calidad para ganar títulos, el jugador ha cobrado igual.
Una vez más se demuestra que el llamado "amor a unos colores" no existe. Bueno si que existe, es el color de la divisa con la que te paguen. Y Messi, una vez más, y no será el último caso, ha demostrado que los jugadores son individuos que solo buscan hacer su trabajo y cobrar al final de mes, y a la afición... no es su problema. Vamos a ver, que así funcionamos todos, vamos allí donde más se nos valore y más se nos retribuya. Pero pidamos que no jueguen más con los aficionados, y que se dejen de besar escudos y prometer fidelidad, porque a la hora de la verdad, la única fidelidad es al color del dinero.
Como siempre hemos intentado explicar nuestra verdad. Ánimo a los cules, torres más altas han caído y se han repuesto. Lo que hace 2 años era alegría en Barcelona por la marcha de Cristiano, hoy se torna en tristeza por la inesperada marcha de Messi.
Otro artículo a parte será ver si Messi lejos del ecosistema blaugrana sigue siendo lo que es hoy en día. El tiempo dirá.
Hasta la próxima:
EL ABUELO.