Buenas tardes a todos/as:
hoy en mi artículo voy a hablar de nuestros queridos y nunca, en la mayoría de los casos, cumplidos propósitos de Año Nuevo.
Curioso fenómeno este de los propósitos, ya que todos los años aparecen en nuestra vida, para embaucarnos y todos los años les abrimos las puertas de nuestra vida alegremente esperando y confiando que esta vez si, que este año los vamos a cumplir, y que vamos a estar felices con nosotros mismo y hacer felices a los própositos que nos embaucan cada año por los primeros de enero. Y por mucho que sabemos que no los cumplimos y que solemos pensar, el año que viene que les den, paso de estas chorradas, pues resulta que los própositos son como la familia política que esperas que al año próximo no vengan a los actos de Navidad, pero... ¡siempre vuelven!, como El Almendro.
Los própositos más frecuentes son los siguientes:
-dejar de fumar, aquellos que tengan dicho vicio lamentable, (con muy pocas por no decir nulas posibilidades de cumplirlo, ya que España es el país de Europa que más tabaco consume y preocupa la temprana edad de inicio, 12 años.
-apuntarse a una academía de idiomas para perfeccionar el inglés. ¿Acaso podemos perfeccionar un idioma extranjero cuando no somos capaces de dominar nuestro propio idioma? Sinceramente creo que este próposito es más por intentar decir que nos asemejamos a Europa, donde todos suelen ser bilingües, que porque queramos hacerlo ciertamente. Pero la vida es así, no siempre hacemos lo que nos dicta el corazón, sino que la imposición siempre está presente. Y por supuesto los primeros días vamos a la academía con alegría, con bolis y carpeta para apuntes. Al mes y medio, ya no tenemos tiempo, (cualquier cosa es más importante), y la carpeta de apuntes sigue con la fecha del primer día y poca cosa más.
-Realizar una colección por fascículos, que siempre te atraen con los precios de lanzamiento, que no suelen sobrepasar los 2 euros, pero que luego te enteras que las 51 entregas semanales posteriores, cuestan la friolera de casi 10 euros. Así que cuando alguien se plantee llevar a cabo este próposito que tenga en cuenta la pasta que le va a costar. La crisis manda amigos.
-adelgazar, lo cual incluye comer menos guarrerías y practicar deporte. Y claro para ello enlazamos con otro clásico próposito:
-apuntarte a un gimnasio. Efectivamente es una acción que todos los años pensamoe en hacer, pero que cuando llega la hora de la verdad no lo hacemos por diversos motivos a cada cual más estúpido. Que si es caro, que si yo solo no me apunto ya que me aburro mucho, que prefiero hacer ejercicio al aire libre, que... ¡Excusas!, no nos apuntamos ya que nos hemos hecho sedentarios a más no poder y no queremos que nos den la coña con el deporte.
Pero este año ha llegado la hora de la verdad y por lo menos un humilde servidor que aquí está escribiendo ha cogido el toro por los cuernos y se ha apuntado a un polideportivo excepcional, que tiene de todo y no hay excusa para no ir, ya que además iré acompañado casi todos los días.
Así que este año si que me apunto un tanto y puedo decir con orgullo que uno de los própositos estoy en camino de vencer, aunque solo acaba de comenzar. Y como se dice vulgarmente cuesta más mantenerse, (seguir en gimnasio y utilizarlo), que llegar.
Bueno amigos que espero poder decir al final del año 2009, que el próposito lo he mantenido y dejo de engrosar las cifras de las estadísticas que indican que más del 80% de las personas que comienzan al principio deaño un próposito, lo abandonan a lo largo del año. ¡Qué tesón tienen los própositos que nos vencen casi siempre!
Como siempre agradecer a aquellos que leís lo aquí escrito y animaros a llevar a cabo algo y vencer a la naturaleza sedentaria y cómoda de nuestra raza.
Hasta la próxima,
EL ABUELO.
lunes, 5 de enero de 2009
jueves, 1 de enero de 2009
¿Por qué tanto ensalzar la Loteria de Navidad?
Buenas tardes a todos/as:
hoy escribo el primer artículo del año 2009, que espero que sea tan prolífero como el acabado 2008.
Hoy voy a hablar sobre por qué ensalzamos tanto la lotería de Navidad que se juega el día 22. Efectivamente todo el mundo sea asiduo al juego o no, llega la Navidad y quien más y quien menos, al menos juega un décimo de loteria. ¿Por qué se hace?.
Se hace no porque los millones que se pueden ganar en la lotería sean muchos, ya que realmente para ganar todo hay que llevar los 10 números de la serie y eso es la friolera de gastarse 200 euros, sino porque resulta que no sólo es la lotería lo que festejamos el día 22, lo que realmente festejamos es el comienzo oficial de las vacaciones de Navidad, y se quiera o no, todo el mundo se alegra de estas vacaciones, ya que recuerda con nostalgía cuando efcetivamente comenzaban las vacaciones, que no es otro caso que cuando se es alumno o en su defecto profesor, porque sino en caso contrario el día del sorteo estás trabajando.
Cierto que el día 22 es un día que la gente en sus trabajos está bastante relajada e incluso hay en muchos lugares, por no decir casi todos, que ya sea en la radio o por televisión, están pendientes del sorteo y atentos a cuando salga un premio, dejando de lado su trabajo.
Si analizamos friamente los premios que podemos ganar con un décimo, nos damos cuenta que son 300.000 euros, (la nada despreciable cantidad de los 50.000.000 millones de antes), que realmente no son tantos millones como puedes ganar en otras loterias que no tienen tanta tradición, pero que sus premios son mejores, por ejemplo el Euromillón. Sorteo que ofrece todas las semanas un mínimo de 15 millones de euros. Vamos para entendernos que si te toca el Gordo de Navidad, tienes para una casa y poco más, o si ya tienes casa para vivir bien pero sin despreocuparte de los gastos. En cambio, si te tocan 15 millones de euros, tienes para la casa y para dejar de tener preocupaciones económicas el resto de tu vida. Bueno como dice un buen amigo mio, tendrás la preocupación de saber como invertir ese dinero. ¡Bendita preocupación!
Bien entonces una vez explicado esto, no se entiende como puede ser que la tradición, sea más fuerte que las ganas de ganar más dinero. Pero he aquí que lo bonito de la loteria de Navidad es que la consideramos una tradición española, solo jugamos los habitantes del territorio español, exceptuando los décimos comprados por Internet. La sentimos como algo patrio, como algo exclusivo nuestro y por eso se vende tanto y por eso la ensalzamos tanto frente a el Euromillón, que juega Gran Bretaña, Francia, y creo que Alemania. No es "nuestra", y quizás por eso no la queremos tanto.
Si, ya sé que mucha gente me dirá que La Primitiva, o El Gordo de la Primitiva, también da buenos premios y es nuestra sola; pero también es verdad que no tiene la solera de ver a los niños de San Idelfonso cantando los premios, y los premios tampoco son tal altos, exceptuando cuando hay bote.
En definitiva que la Loteria de Navidad triunfa por todo lo alto, ya que la consideramos un patrimonio exclusivo nuestro y lo más importante, tenemos esa maravilloas reminiscencia de las vacaciones de la infancia, (algunos privilegiados las mantenemos), y de los tiempos en los que lo único que te importaba de que fuera 22 de diciembre era disfrutar de las vacaciones.
Al final resultará que no somos tan materialistas como creíamos, nos importa ganar menos, frente a otros sorteos, pero lo que si que mostramos es que nos encanta creer que el pasado siempre nos recordará tiempos mejores.
Espero que este año sea mejor que el que se escapa, y que todos volvamos a citarnos en este su blog.
Hasta la próxima:
EL ABUELO.
hoy escribo el primer artículo del año 2009, que espero que sea tan prolífero como el acabado 2008.
Hoy voy a hablar sobre por qué ensalzamos tanto la lotería de Navidad que se juega el día 22. Efectivamente todo el mundo sea asiduo al juego o no, llega la Navidad y quien más y quien menos, al menos juega un décimo de loteria. ¿Por qué se hace?.
Se hace no porque los millones que se pueden ganar en la lotería sean muchos, ya que realmente para ganar todo hay que llevar los 10 números de la serie y eso es la friolera de gastarse 200 euros, sino porque resulta que no sólo es la lotería lo que festejamos el día 22, lo que realmente festejamos es el comienzo oficial de las vacaciones de Navidad, y se quiera o no, todo el mundo se alegra de estas vacaciones, ya que recuerda con nostalgía cuando efcetivamente comenzaban las vacaciones, que no es otro caso que cuando se es alumno o en su defecto profesor, porque sino en caso contrario el día del sorteo estás trabajando.
Cierto que el día 22 es un día que la gente en sus trabajos está bastante relajada e incluso hay en muchos lugares, por no decir casi todos, que ya sea en la radio o por televisión, están pendientes del sorteo y atentos a cuando salga un premio, dejando de lado su trabajo.
Si analizamos friamente los premios que podemos ganar con un décimo, nos damos cuenta que son 300.000 euros, (la nada despreciable cantidad de los 50.000.000 millones de antes), que realmente no son tantos millones como puedes ganar en otras loterias que no tienen tanta tradición, pero que sus premios son mejores, por ejemplo el Euromillón. Sorteo que ofrece todas las semanas un mínimo de 15 millones de euros. Vamos para entendernos que si te toca el Gordo de Navidad, tienes para una casa y poco más, o si ya tienes casa para vivir bien pero sin despreocuparte de los gastos. En cambio, si te tocan 15 millones de euros, tienes para la casa y para dejar de tener preocupaciones económicas el resto de tu vida. Bueno como dice un buen amigo mio, tendrás la preocupación de saber como invertir ese dinero. ¡Bendita preocupación!
Bien entonces una vez explicado esto, no se entiende como puede ser que la tradición, sea más fuerte que las ganas de ganar más dinero. Pero he aquí que lo bonito de la loteria de Navidad es que la consideramos una tradición española, solo jugamos los habitantes del territorio español, exceptuando los décimos comprados por Internet. La sentimos como algo patrio, como algo exclusivo nuestro y por eso se vende tanto y por eso la ensalzamos tanto frente a el Euromillón, que juega Gran Bretaña, Francia, y creo que Alemania. No es "nuestra", y quizás por eso no la queremos tanto.
Si, ya sé que mucha gente me dirá que La Primitiva, o El Gordo de la Primitiva, también da buenos premios y es nuestra sola; pero también es verdad que no tiene la solera de ver a los niños de San Idelfonso cantando los premios, y los premios tampoco son tal altos, exceptuando cuando hay bote.
En definitiva que la Loteria de Navidad triunfa por todo lo alto, ya que la consideramos un patrimonio exclusivo nuestro y lo más importante, tenemos esa maravilloas reminiscencia de las vacaciones de la infancia, (algunos privilegiados las mantenemos), y de los tiempos en los que lo único que te importaba de que fuera 22 de diciembre era disfrutar de las vacaciones.
Al final resultará que no somos tan materialistas como creíamos, nos importa ganar menos, frente a otros sorteos, pero lo que si que mostramos es que nos encanta creer que el pasado siempre nos recordará tiempos mejores.
Espero que este año sea mejor que el que se escapa, y que todos volvamos a citarnos en este su blog.
Hasta la próxima:
EL ABUELO.
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