Buenas tardes a todos/as:
parece ser que al final el verano de 2015 ha sido el elegido para acabar de una vez por todas con el culebrón que en su día empezó Mourinho en el Madrid con la situación del por entonces capitán blanco Iker Casillas.
La verdad es que es de todos conocido, que la relación del portugués con el portero de Móstoles no era la más adecuada, ya fuera por motivos deportivos, (que va a ser que no, ya que era el mejor portero del mundo), ya sea por motivos extraoficiales o extradeportivos, se le achacaba ser un topo en el vestuario y filtrar noticias a la prensa. Quizás que su mujer fuera Sara Carbonero, de T5 no le ayudaba mucho a limpiar su imagen. O quizás la iniciativa que mantuvo con Xavi, capitán del Barça, para apaciguar ánimos entre los dos grandes de España, teniendo en mente la selección que luego ganaría el Mundial, no gustó al ínclito portugués. Sea como sea, Mourinho crucificó al portero blanco, apodado El Santo, por lo mucho que aportó al Madrid y al combinado español y en connivencia con la dirección del Madrid, o sea, de Florentino Pérez, decidió postergarlo a la suplencia e incluso contrató a César, ex del Madrid, para que fuese el titular de la portería BLANCA.
Al final, Casillas tuvo que ver como el portugués se salía con la suya y pasó 1 año y medio chupando banquillo.
Hasta aquí la verdad, es que alguien puede defender que Mourinho decidía como entrenador que era del Madrid, y ya sea Casillas o Ramos, o quien fuera debía acatar sus decisiones, como hacen los jugadores profesionales. Y ciertamente Casillas en ningún momento elevó su tono de voz y acató no sin aceptarlo de buena gana su nuevo estatus deportivo, que no estatus en la plantilla, ya que seguía siendo el capitán y las decisiones de vestuario se tomaban bajo su aprobación y la de los otros capitanes.
Pero no contento el portugués con la suplencia de Casillas, comenzó a intoxicar a la afición, que por entonces veneraba al portugués, al creer que era el antiguardiola y volvería a llevar a la senda del triunfo al Madrid, (cosa que no se vio colmada por la afición blanca), e indicaba que Casillas era el jugador problemático que filtraba los trapos sucios del vestuario y de la entidad a los medios de comunicación. Además de ello, que nunca pudo demostrarlo, consiguió que los jugadores afines a él, Arbeloa, Xabi, Pepe..., pusieran en duda la labor de su capitán e incluso indicarán que éste no aceptaba de buen grado su suplencia y por ello intentaba desestabilizar a la plantilla blanca.
Y claro, al final, todo lo dicho hizo mella en Casillas, que vio como la afición del Madrid, que antaño le idolatraba, comenzó a tomarla con él y cada vez que salía al campo y no cuajaba una actuación sobresaliente, era criticado y silbado por la afición que en su día lo bautizó como El Santo; y que a día de hoy lo ha despedido por la puerta de atrás, por mucho que Florentino intentase maquillarlo con la despedida institucional, que se noto más que forzada.
La verdad es que la despedida de Casillas, sólo ante la prensa, donde no pudo contener las lágrimas y anunciaba que se iba al Oporto, es la que quedará grabada en la retina del aficionado blanco y del aficionado español, ya que se sea del Madrid o no, no cabe en la cabeza que al mejor portero que ha dado España, (con permiso de Zubizarreta), se le haya despedido como si hubiera sido uno más tanto en su equipo como en la selección, de la que hoy por hoy sigue siendo titular indiscutible.
Florentino intentó escenificar que la salida de Casillas era una decisión tomada por el propio jugador, ya que la presión que ha sufrido en estos dos últimos años ha sido enorme, olvidó comentar que él fue cómplice de dicha situación e incluso tuvo el valor de decir que el club ya había echado a aquellos que no le querían. ¡Tendrá jeta!
Incluso los padres del mostoleño, salieron criticando al presidente blanco e indicando que Casillas deja el Madrid por su actual presidente, y que es una pena que acabe jugando en Oporto y no lo pueda hacer en el Barcelona. Hasta tal punto era el cabreo, que incluso dijeron que en Barcelona si se comportaban como caballeros al despedir a sus jugadores, (clara alusión a la salida de Xavi), otorgándoles la etiqueta de mito.
Dicho esto, indicar también que el jugador, no ha perdonado la ficha de los dos años que le quedaban de contrato, y hasta que el Madrid no se avino a pagar dicha ficha, no hubo acuerdo para irse al Oporto. Muchos dirán que dicho acto demuestra que el jugador es un mercenario, ya que si tanto ama al club debería haber perdonado su ficha. A esa gente solo les decimos, ¿usted como profesional, perdonaría su finiquito que se ha ganado tras pertenecer 25 años a su empresa, o antepondría su sentimiento empresarial? ¡NO SEAMOS HIPÓCRITAS.
Casillas has hecho lo que debías y estamos seguros que en Oporto volverás a sentirte parte de un equipo, cierto que no con las aspiraciones del Madrid, pero que si te permitirá disfrutar de tu profesión al menos 2 años más. Y fijo que los merengues que ahora te pitaban y te indican que tu salida es lo mejor para el club, cuando sus nuevos porteros, recordemos que De Gea no ha llegado todavía; no den la talla, se acordarán de aquel mito blanco que tanto dio al equipo y que gracias a sus actuaciones inverosímiles se ganó el apodo de EL SANTO.
Mucha suerte Iker.
Como siempre he tratado de contar mi verdad.
Hasta la próxima:
EL ABUELO.
lunes, 20 de julio de 2015
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